Política

Pedro Duque, un lobista para atraer fondos del Ibex a la Ciencia

Pedro Sánchez rescata la iniciativa del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero de incluir Universidades en el perímetro del Ministerio de Ciencia con la entonces ministra Cristina Garmendia. ¿Quién puede decir que no a un reconocido astronauta?

No es la primera vez que un Gobierno socialista separa Universidades del Ministerio de Educación y suma esta competencia a la cartera de Ciencia e Innovación. Aunque sí es la primera ocasión en la un astronauta de prestigio -reconocido con el Príncipe de Asturias- será el responsable de cumplir con los retos planteados desde el sector universitario. 

Pedro Sánchez ha rescatado la iniciativa del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que incluyó las universidades en el perímetro del Ministerio de Ciencia con la entonces ministra Cristina Garmendia, una apuesta que ha sido celebrada por diversos agentes de la Educación Superior, pero que también se ha encontrado con voces disonantes.

"Desde que se ha hecho el nombramiento de Pedro Duque como ministro, incluso desde el plano mediático, exclusivamente se habla de Ciencia como si Universidades no existiera. Nos ha sorprendido que se vuelva a separar esta competencia del Ministerio de Educación, ya que una de las principales funciones de las universidades es educar y formar", lamenta Encina González, exvicerrectora de Estudiantes de la UCM y secretaría de Universidad de CCOO.

Es cierto que las universidades tienen la tarea de investigar, pero la educación tanto a nivel de Grado, como de Máster como de Doctorado es esencial de cara a los ciudadanos del futuro"

"Ya lo hizo Zapatero en su primer mandato y no dio resultado, ya que las universidades quedaron relegadas a un segundo plano. Por eso, durante su segundo mandato, Universidades volvió al Ministerio de Educación, así que no entendemos que se vuelva a desvincular. Es cierto que las universidades tienen la tarea de investigar también, pero desde luego que la formación tanto a nivel de Grado, como de Máster como de Doctorado es esencial de cara a los ciudadanos del futuro", recuerda González. 

Entendemos, añade, que la educación va desde los 0 años a lo largo de toda la vida, así que estamos sorprendidos: "Un ministro no tiene por qué conocer de todo, pero sí debería contar, al menos, con una secretaría de Estado dedicada a esa competencia. No sabemos lo que quiere hacer este Gobierno en el tiempo que esté, es todo una incógnita". 

Sin embargo, no cuestiona la valía de Duque en el plano científico y tecnológico. El nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades estudió ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid y tras obtener su título se incorporó inmediatamente a la Agencia Espacial Europea, donde pronto entró a formar parte del grupo de formación de futuros astronautas.

Colaboración empresa-universidad

Desde entonces su carrera ha estado fundamentalmente vinculada a la ESA con un par de excepciones: colaboraciones con su Escuela de Ingeniería Aeronáutica y un periodo en el que se incorporó y acabó dirigiendo la empresa española de microsatélites Deimos Imaging que puso en órbita el Deimos-1, diseñado para recoger y analizar datos de la cobertura vegetal terrestre. Conoce por tanto el ámbito de la cooperación científica y tecnológica internacional, así como la interacción empresa privada-universidad, una experiencia que parece haber sido la causa de que hoy pilote esta nueva cartera.

La persona al frente debe tener una gran capacidad de negociación. Sin abordar elementos ideológicos, hay demandas pendientes que aún siguen sin ver solución"

¿Qué empresa o fundación rechazaría invertir en un proyecto universitario propuesto por el astronauta Pedro Duque? La capacidad para atraer financiación a proyectos podría ser su fuerte. Duque ejercerá, sin duda, de lobista ante el Ibex para lograr esos fondos que desatasquen algunos de esos proyectos que llevan meses en el cajón. Ramón Caballero, responsable de Universidad de CSIFvalora "positivamente" la elección de Duque y la inclusión de Universidades en el Ministerio de Ciencia e Innovación. "No podemos perder de vista que el 75% de la investigación se lleva a cabo en universidades, la presencia de esta persona puede servir para dinamizar este asunto", destaca. (El 25% restante son los organismos públicos de investigación). 

Al igual que ocurre con la Ciencia, uno de los sectores más castigados en cuanto al descenso de la inversión durante los años de la crisis ha sido la Universidad, por lo que, Caballero confía en que la etapa de Duque al frente de este departamento suponga "una mayor dotación de recursos e incremento de la financiación". "La persona al frente debe tener una gran capacidad de negociación. Sin abordar elementos ideológicos, hay demandas pendientes desde hace años que aún siguen sin ver solución", señala.

Nuevos estatutos

Según el responsable de Universidad de Csif, la Educación Superior reclama un Estatuto del personal docente investigador para regularizar el acceso a la universidad, la promoción, la carrera profesional, la orientación docente o investigadora... "Son temas que deben tener regulación nacional y no solo estar sujetos a la autonomía de las universidades o de las comunidades autónomas", reclama.

Por otro lado, otro de los desafíos que ahora se le plantean a Duque es, según Caballero, la demanda de nuevos criterios de evaluación por parte de la mayoría de profesores universitarios. Falta además un nuevo estatuto para el personal investigador en formación, los llamados predoctorales. "Hay 10.000 personas esperando un nuevo estatuto que regule sus retenciones y deje de considerarlos becarios o que se les indemnice cuando terminen", apunta.

"Más allá de los acuerdos firmados, la plantilla de las universidades necesita acabar con la precariedad y necesita medidas para favorecer la estabilidad. Más de la mitad del profesorado trabaja en una situación de inestabilidad y precariedad que, evidentemente, influye en la calidad de la educación", lamenta Caballero. La educación es "un todo" también para el Csif, pero eso no es óbice, opina Caballero, para considerar que un ministerio dedicado solamente a Ciencia y Universidades pueda servir para dinamizar la investigación.

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