Política

Pedro Sánchez prueba la amnistía en campaña: “El resultado del 18-F nos dirá qué piensa la gente”

El candidato socialista a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, asume que su resultado no será un examen sobre él, sino sobre el rumbo del PSOE a nivel nacional

No la pronunció, pero apareció. El primer acto de campaña del PSOE con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la cabeza fue una loa a la amnistía, a la que no citó por su nombre. Durante el acto del sábado en Orense, el líder socialista acusó al Gobierno de Mariano Rajoy de ser el responsable de la crisis institucional abierta en Cataluña antes de 2018: "No la provocamos nosotros, fue la impericia e irresponsabilidad de quien gobernaba en Madrid entonces".

Pero Sánchez tiene alternativa: la "buena política, la del encuentro y no la de la confrontación territorial". En plata, su amnistía. El presidente sale a probar en campaña su agenda catalana. El equipo del candidato socialista a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, asume que su resultado no será un examen sobre él, sino sobre el rumbo del PSOE a nivel nacional: “El resultado del 18-F nos dirá qué piensa la gente [sobre la amnistía]”, explica una fuente del núcleo duro de Besteiro.

El PSdeG sabe que la política nacional será la que marque la campaña de los comicios de próximo domingo 18 de febrero. El coste, a priori, no es tan grande para los socialistas gallegos, ya que como ellos mismos reconocen, el candidato está poco asentado y necesita recorrido aún en la política regional para carburar al máximo. Por eso, en Ferraz y en Moncloa creen que la mejor manera de competir es con la agenda de Madrid: amnistía arriba y abajo. El presidente sale a defenderla sin la convicción del comité federal de finales de octubre, pero igualmente determinado.

El problema para Ferraz es que las elecciones llegan en un momento tenso en las relaciones entre el PSOE y Junts. La ley fue rechazada la semana pasada por el pleno del Congreso con el voto en contra de los de Carles Puigdemont, que están empeñados en borrar por completo el terrorismo como exclusión de la norma y también el delito de traición; los dos que rodean al expresidente catalán y a más de dos docenas de independentistas (CDR y Tsunami). El PSOE se niega, porque cree que la ley, tal y como pide Junts, no pasaría ni el filtro del Constitucional ni el del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Ahora, el PSOE y Junts trabajan en encontrar una solución intermedia. En Moncloa creen que se terminará llegando a un acuerdo en los próximos quince días en la comisión de Justicia del Congreso, donde ha vuelto la ley, porque hay mucha presión en Cataluña para amnistiar a las decenas de personas pendientes de juicio. En cualquier caso, las negociaciones se pueden dilatar hasta un mes.

Y, claro, el PP está dispuesto a aprovechar el `regalo' de la negociación de la ley, porque se va a colar en la campaña y en el cierre de las gallegas. No obstante, en Moncloa no lo ven del todo un problema. Ferraz sabe que el electorado gallego, por su propio hecho diferencial, no es tan vehemente contra la amnistía, por mucho que sea conservador. Además, que esta se cuele en la campaña implicará necesariamente que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la utilice. Y si algo no quiere el candidato popular, Alfonso Rueda, es que Génova se entrometa. Rueda quiere una campaña a su manera, sin que Madrid le tutele.

En cualquier caso, el PSOE se ha puesto tenso por su izquierda. La ruptura de Podemos y Sumar supone un serio revés a sus aspiraciones electorales. Fuentes de la ejecutiva socialista reconocen que la implosión de su izquierda revienta sus opciones en Galicia, donde las candidaturas de Podemos y Sumar les quita dos escaños, en Coruña y Pontevedra. "Perdemos alrededor de un 5% del voto que suponen dos escaños", sintetizan fuentes del partido a este diario.

Lo cierto es que Ferraz llegó a tantear a los de Yolanda Díaz para concurrir juntos en las elecciones gallegas antes de la implosión del partido de la vicepresidenta. En el PSOE vivían con la esperanza de desbancar al PP. Pero la división lo empieza a imposibilitar casi por completo. Sumar es frágil en Galicia y Yolanda Díaz no tiene buen recuerdo de los últimos comicios gallegos: Galicia en Común-Anova-Mareas no sacó ningún diputado. Los navajazos y las escisiones les aniquilaron.

No obstante, Yolanda Díaz tiene un problema serio en las provincias de Lugo Orense. Sumar reitera que quiere implantarse en el territorio. Aunque los resultados del 23-J deberían hacer sonar las alarmas en el cuartel general de Sumar, porque sus votos pueden perderse. De hecho, los cerca de diez mil sufragios que lograron no obtuvieron representación y restaron un diputado al Partido Socialista. Esa es la ingeniería electoral que Ferraz quiere desplegar.

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