Política

Pedro Sánchez aplaza el ataque final contra Susana Díaz

El PSOE puede abrir procesos congresuales a partir de la segunda mitad del 2020, y la continuidad de la expresidenta de la Junta sigue en el aire ante el empuje de la ministra María Jesús Montero

La dura sentencia del caso ERE en Andalucía se ha convertido en un nuevo obstáculo para Susana Díaz. El objetivo de la expresidenta de la Junta y líder del PSOE andaluz es mantenerse en el cargo y ser la candidata en las próximas elecciones. Pero el debate sobre su continuidad sigue latente.

Díaz apareció en La Sexta para desmarcarse de los que fueron sus padrinos políticos, los condenados Manuel Chaves y José Antonio Griñán, para lanzar un mensaje a Sánchez y a quienes desde la propia federación y desde la Ejecutiva Federal en la madrileña calle Ferraz intentan moverle la silla: "Quiero ser la candidata en las próximas elecciones andaluzas". La nueva secretaria general del PSOE-A ha ligado su suerte a la de Pedro Sánchez, al que ahora venera en público por razones puramente estratégicas.

Pero los ERE no han reabierto el debate sobre su continuidad porque nunca ha estado cerrado desde su salida de la Presidencia de la Junta tras la derrota en las elecciones del 2 de diciembre del año pasado; ni tampoco han acelerado el proceso de recambio.

La condena solo ha vuelto a recordar que las dudas sobre la continuidad de Díaz al frente del PSOE andaluz siguen muy vivas. "¿Qué oposición va a hacer Susana con la sentencia de los ERE encima?", se preguntan diversas fuentes del socialismo andaluz. "PP y Ciudadanos le van a recordar constantemente que es la ahijada de los ERE".

Sánchez, 500.000 votos más 

El PSOE-A vive momentos convulsos casi un año después de la pérdida de la Junta tras 37 años de poder absoluto. Díaz ha reordenado sus apoyos, apartando de su lado y de forma abrupta a algunos de los que fueron sus más leales colaboradores. El caso más llamativo fue el relevo de Mario Díaz al frente de la portavocía en el Parlamento.

Sin embargo, la cercanía a Sánchez y su pacto de no agresión no ocultan el debate que existe en Andalucía y en Ferraz sobre si Díaz es la persona adecuada para abrir una nueva etapa en el PSOE andaluz. Los datos, dicen diversas fuentes socialistas, son elocuentes.

La sangría de votos de la expresidenta en las autonómicas de finales del 2018 ha chocado con el excelente resultado del PSOE en los tres procesos electorales del 2019. El socialismo ha ganado al menos 500.000 votos sin Díaz como candidata en las generales del 28 de abril y el 10 de noviembre y las municipales del 26 de mayo. "Lo que se está planteando aquí es si Díaz es la persona idónea para intentar recuperar la Junta", explican.

Pero desde el entorno de la presidenta andaluza replican a esas cifras diciendo que si se habla de resultados electorales, aún bajando respecto a las elecciones de abril 148.000 votos (1,4 millones el 10-N) en esa comunidad, ahora hay un diputado andaluz más; y Pedro Sánchez, que había convocado un cuasi referéndum sobre su persona para sumar más apoyos, ha perdido en toda España 750.000 apoyos, y ha dejado al Grupo Socialista con 120 escaños, tres diputados menos. 

Congresos en la segunda mitad 2020

Los Estatutos del PSOE estipulan que transcurridos tres años del último congreso federal -junio del 2017-, el partido puede abrir nuevos procesos congresuales y de primarias para, en su caso, renovar liderazgos. Es decir, a partir de la segunda mitad del 2020 la veda está abierta. 

Primero, eso sí, debería celebrarse un congreso federal y a partir de ahí se convocarían los autonómicos y provinciales en cascada. El nombre que está en boca de todos para relevar a Díaz es el de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.

Pero en Andalucía piden paciencia. "Es pronto para hablar de nombres", recuerdan. "No sabemos cómo va a evolucionar el nuevo Gobierno con Podemos, qué papel tendrá Montero o si Sánchez considera por ejemplo que ella es imprescindible en el Consejo de Ministros y corta cualquier vía de salida a Andalucía", añaden. 

Movimientos en Jaén y Huelva

Lo cierto es que el PSOE andaluz está en plena ebullición. Mientras parte de la ex guardia pretoriana de Díaz sale del partido o transita hacia una mayoría alternativa, la ex presidenta se refugia bajo el paraguas de Sánchez. 

Pero en el socialismo andaluz hay un movimiento orgánico que no se ha pasado por alto: el secretario general del PSOE de Jaén, Paco Reyes, "se ha pasado al sanchismo", aseguran a Vozpópuli diversas fuentes, y eso puede afectar a la continuidad de Díaz en el congreso del PSOE-A. Lo mismo que la defenestración abrupta de Mario Jiménez en agosto, que a algunos dirigentes del socialismo andaluz les lleva a asegurar a este periódico que Susana Díaz ahora mismo tampoco controlaría esa provincia. 

Reyes es el factotum del partido en la provincia y en 2017, cuando Díaz intentó dar el salto a la política nacional en abierta competencia con Sánchez en las primarias, él y la también jienense Micaela Navarro, ex presidenta del PSOE, sonaron como sucesores de la lideresa del PSOE-A al frente del partido y de la Junta.

Si ahora Reyes apoya a Montero, el desembarco de la ministra en la todopoderosa federación andaluza -aporta el 25% de la militancia del partido en toda España- sería más sencillo. En la entrevista con La Sexta el pasado jueves, la presidenta andaluza aseguró que su relación con la titular de Hacienda es "buena", y no descartó una candidatura alternativa a la suya en el congreso "si los militantes" del PSOE-A quieren.   

Díaz se muerde la lengua 

El paraguas bajo el que ahora se protege Díaz, dicen en Sevilla, es frágil. La expresidenta andaluza nunca ha comulgado con los acuerdos con Podemos, y menos si hace falta separatismo. Pero se está mordiendo la lengua a diferencia de otros barones que la apoyaron en su momento. 

"Ella nunca ha creído en la alianza con Podemos, pero no le oiremos decir nada en contra del acuerdo de Sánchez", explican.

Es cierto que el presidente del Gobierno la ha ensalzado como la persona ideal para liderar el regreso del PSOE a la Junta de Andalucía. Pero eso tampoco quiere decir que el pasado de las primarias y el debate sobre su continuidad estén enterrados. En tiempos de paz y ahora lo son, aseguran estas fuentes, lo normal es que se digan estas cosas en los mitines.

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