Política

Pedro Sánchez asume los votos de Bildu en el País Vasco y defiende que "9 de cada 10" apoyan su Gobierno

Feijóo acusa al presidente del Gobierno de ser "al nacionalismo lo que Koldo a la corrupción, indisociable" y tacha de "irresponsable" que haga suyos los votos abertzales

Si algo ha dejado claro Pedro Sánchez en la sesión de control de este miércoles es que EH Bildu no va a salir de su ecuación de gobernabilidad. El presidente del Gobierno ha vuelto a justificar su política de alianzas con el independentismo con el "somos más" del 23-J que pregonó en el balcón de Ferraz. Sánchez se ha burlado de Alberto Núñez Feijóo y le ha recordado que sólo uno de cada nueve votos en las elecciones de Euskadi del pasado domingo fueron para los populares y para Vox. El resto se los llevaron los partidos que forman parte de la coalición o que directamente la sustentan en Madrid.

"Nueve de cada 10 votos del pasado domingo en Euskadi fueron para partidos políticos que apoyaron esta investidura y a este Gobierno", ha defendido el líder del Ejecutivo, asumiendo como suyos, también, el espectacular ascenso de la izquierda abertzale el 21-A. Algo que el líder de la oposición ha tachado de "irresponsable" en su réplica. "Gracias a usted, hoy siguen gobernando juntos en Navarra, regalándole la alcaldía de Pamplona y siendo presidente gracias a los seis votos de Bildu. Por eso le pregunto: ¿lo que dijeron en campaña sobre Bildu sólo era una mentira más de las suyas, o van a romper los pactos con Bildu?".

"Usted es al independentismo lo que Koldo es al PSOE, indisociable", ha acabado asociando Feijóo antes de sacar pecho del enorme poder territorial amasado por el PP que, frente al que maneja Ferraz, deja en "irrelevante" el poder socialista más allá del Palacio de la Moncloa, a ojos del líder de la oposición.

La gran 'victoria' del PSOE de Sánchez es haberse entregado a sus aliados para mantenerse en el poder o intentarlo pese a ser un partido con vocación de mayorías.

El líder del Ejecutivo también ha deslizado que se siente víctima del lawfare. Ese término con el que se explican las supuestas intenciones políticas de la Justicia y que el presidente reconoció en su día como un hecho en España, justo tras firmar el acuerdo de investidura con Junts. Y no lo ha dicho en un día cualquiera. Este miércoles ha trascendido que un juzgado de Madrid ha abierto diligencias de investigación a su mujer, Begoña Gómez, por tráfico de influencias y corrupción en los negocios a petición del sindicado Manos Limpias. "A pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de mi país", ha lanzado al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien le ha preguntado por ello solidarizándose.

Lo llamativo es que haya sido el propio Sánchez quien se ha referido en el Pleno al asunto. El Gobierno está indignado con la información publicada por El Confidencial. “Es una denuncia falsa más”, ha dicho abiertamente el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en los pasillos del Congreso. Mientras, los populares, que no han querido explotar el tema en el Pleno, reclaman a Sánchez que dé una rueda de prensa para explicar las actividades de su esposa y no descartan llamarles a ambos a la comisión de investigación del Senado.

El núcleo duro del Gobierno está cabreado. Y señalan abiertamente a Manos Limpias. "Todos los conocemos. Esto es un montaje, pero llega un momento que es una línea que no se puede atravesar nunca. En política siempre se ha preservado a la familia íntima. Desde le comienzo de democracia . El problema es que el PP ahora lo utilice", zanja una estrecha colaboradora del presidente en el Ejecutivo, que explica que el líder socialista está tocado por la situación.

Fuentes gubernamentales citadas por El País explican: “Resulta de extrema gravedad que se conozca una actuación judicial por un medio de comunicación sin que haya sido ni siquiera notificado a la parte interesada, lo que provocaría una indefensión intolerable para cualquier ciudadano [...] Podemos afirmar con rotundidad que la actividad profesional de la mujer del presidente del Gobierno es intachable. Se trata de una denuncia de la organización ultraderechista Manos Limpias basada en bulos y noticias falsas, por lo que carece de toda base legal y responde a una estrategia de la derecha y la extrema derecha y sus terminales. La Oficina de Conflicto de Intereses ya archivó en dos ocasiones sendas denuncias del PP".

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