Política

Sánchez usa la candidatura de Calviño para que la UE no recorte el dinero a España

Sondeará el viernes 19 en la Cumbre UE las opciones de la vicepresidenta a presidir el Eurogrupo y, si el 'norte' veta, la retirará a cambio de un compromiso claro y de que los fondos lleguen "cuanto antes"    

En las negociaciones europeas nada es lo que parece. Eso pasa con la candidatura de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a la Presidencia del Eurogrupo: Pedro Sánchez la está dejando correr por las capitales comunitarias y los pasillos de Bruselas, va a sondear al resto de jefes de Estado de Gobierno de la UE en la cumbre del viernes 19 y, en función de la respuesta, "sobre todo, de los fondos que consiga y de cuando lleguen", matizan a Vozpópuli diversas fuentes gubernamentales, la presentará en la reunión de ministros del Euro el jueves 25, seis días más tarde. O no.

Tanto el presidente del Gobierno como Calviño tienen clara la ventana de oportunidad que se abre para que España gane peso institucional con la marcha del actual presidente del Eurogrupo, el portugués, Mario Centeno, porque ella reúne varias condiciones que la hacen una candidata idónea: es del Sur, ministra de un país grande, y además socialista como el luso.

Pero no contemplan esa operación solo como un fin en sí misma sino como moneda de cambio. Sánchez y la vicepresidenta saben que a los llamados frugales -Holanda, Finlandia, Dinamarca, SueciaAustria-, también a Alemania en los últimos días, les parecen excesivos los 750.000 millones del Fondo de Reconstrucción que ha propuesto la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Layen. Y entregar la Presidencia del Eurogrupo al Sur, beneficiario neto de ese fondo, cuando España ademas ya tiene al Alto Representante para la Política Exterior, José Borrell, les incomoda.

Sánchez está dispuesto a no presentar la candidatura de Calviño a presidir el Eurogrupo, a cambio de que no se rebajen los 140.000 millones para España y que el fondo se transfiera "cuanto antes"

El norte trabaja entre bambalinas para rebajar hasta los 500.000 millones -la propuesta que lanzaron semanas atrás la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron- con la anuencia de los países del Este -Hungría, Polonia, Chequia, Eslovaquia y otros-, en desacuerdo con que España (140.000) e Italia (172.000) se conviertan en los más beneficiados del fondo so pretexto de haber sido los más afectados por la tragedia de la Covid-19.

Según como vaya la negociación, Pedro Sánchez está dispuesto a no presentar finalmente la candidatura de Calviño a presidir el Eurogrupo; eso sí, a cambio de que se respete la cuantía del fondo que Von der Layen propone, en una proporción mayor de transferencias que de créditos, "y que entre en vigor cuanto antes, porque lo necesitamos ya para hacer frente a inversiones; no podemos esperar a que ese dinero nos llegue bien entrado el 2021", explican las fuentes consultadas.

La 'traición' de Macron

Eso significaría dejar paso a los otros dos candidatos, el luxemburgués Pierre Gramegna, uno de los más veteranos en la sala de ministros comunitarios, y el irlandés Paschal Donohoe. Ambos tienen inconvenientes que les hacen objeto de veto por los países del sur, como Calviño lo es por los del norte: no son socialistas como ella o Centeno -el luxemburgués es liberal y el irlandés del PP europeo- y pertenecen a países considerados paraíso fiscal por buena parte de los gobiernos comunitarios. Y el presidente del Eurogrupo se elige por mayoría simple, por lo que conviene que el día 25 solo se presente solo una de las tres candidaturas para que no haya fiasco.

Sánchez conoce cómo se las gastan en estas negociaciones sus homólogos, empezando por Merkel y siguiendo por Macron. Lo pudo ver el pasado septiembre cuando, mandatado por el Partido Socialista Europeo (PSE) a negociar el reparto de poder institucional, y previo pacto con el presidente francés para aupar a la Presidencia de la Comisión del socialista holandés, Frans Timmermans, vio como Macron le traicionaba pactando con Merkel y los liberales para elegir a la popular alemana Von der Layen; ni siquiera a quien durante muchos meses fue el candidato oficial del PPE, Manfred Weber.  

Las candidaturas de la ministra de Exteriores a presidir la Organización Mundial del Comercio (OMC) y del ministro de Ciencia la Agencia Espacial Europea (ESA) complican las aspiraciones de la vicepresidenta

Así que el presidente del Gobierno prefiere "amarrar" un resultado bueno para España, explican las mismas fuentes, antes que el futuro comunitario de la vicepresidenta, como ella misma reconocía al señalar que su jefe "tomará la decisión oportuna atendiendo al interés público"; sobre todo, porque el país opta a otros dos puestos internacionales también de mucho prestigio: la Presidencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a la que aspira la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y la de la Agencia Espacial Europea (ESA), a la que opta el titular de Ciencia, el astronauta Pedro Duque.  

Eso, sin contar que el hecho de que una Nadia Calviño presidenta del Eurogrupo pondría a Pedro Sánchez en la obligación de ser el primero de la clase a la hora de elaborar unos presupuestos ortodoxos en el gasto público y de vuelta a la senda de estabilidad, lo cual le traería problemas con su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, poniendo en riesgo el pacto de legislatura; que por algo es el acercamiento a Ciudadanos de las últimas semanas. 

Las fuentes consultadas por Vozpópuli señalan que La Moncloa tiene muy interiorizado que después del fuerte incremento del déficit y la deuda en 2020 para frenar los efectos de la pandemia -avales del ICO a empresas, ERTE o Ingreso Mínimo Vital- no vaya a haber que elaborar unos presupuestos 2021 con una fuerte restricción en los gastos; de hecho, este miércoles, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Sánchez no quiso descartar recortes en su respuesta a la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua.

El PP 'torpedea' a Calviño

El presidente del Gobierno da por hecho que tendrá que ajustar las cuentas del Estado para reducir la abultada deuda del Reino de España, sino quiere ver como crece el riesgo-país en el mercado, pero "no es lo mismo hacerlo dentro del pelotón de los países europeos que presidiendo el Eurogrupo", admite una fuente consultada.

De momento, en el PSOE se ha recibido con cierta sorpresa y acusaciones de "deslealtad" la decisión del PP de sumar su voto al del resto del Partido Popular Europeo en el Parlamento de Estrasburgo a la hora de pedir a la UE que vigile las transferencias monetarias que hace a a España en el Plan de Reconstrucción. Los socialistas ven también un intento de forzar el rescate de España aunque suponga sufrimiento para los más débiles y de torpedear la candidatura de Nadia Calviño para impedir que Sánchez se apunte un tanto.

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