No es un martes cualquiera en el Palacio de la Moncloa. Alrededor de 20 simpatizantes de la organización ultra Hazte Oír están concentrados en la entrada del complejo del presidencial desde primera hora con pancartas, banderas de España y profiriendo cánticos contra Pedro Sánchez y su familia. El jefe del Ejecutivo afronta a las 11.00 en calidad de testigo una declaración ante el juez Juan Carlos Peinado, que investiga a su mujer por los supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El acceso al edificio del Portavoz, donde accede la prensa para seguir las ruedas de los consejos de ministros se encuentra saturado. Un camión de la organización ultra pasea por los alrededores del complejo constantemente con un cartel iluminado que pide la dimisión del líder socialista. Mientras, agentes de policía permanecen vigilando la concentración y decenas de informadores aguardan a la espera de la llegada del juez y de su posterior salida. En estos momentos es una incógnita si Pedro Sánchez, finalmente, declarará tras solicitar hacerlo por escrito y haber sido su petición denegada por Peinado.
Los alrededores de Moncloa se han convertido en un plató de televisión. Las cámaras de televisión y los fotógrafos se han situado en puntos estratégicos con la intención de captar la llegada del juez Peinado y del resto de la comitiva judicial que le acompaña. Moncloa guarda silencio sobre el lugar en el que se efectuará la declaración. A las 9.30 ha arrancado el consejo de ministros. El PSOE ha convocado una reunión de su comisión ejecutiva a las 13.00 a la que acudirá el presidente. No está prevista una rueda de prensa posterior.
Esta jornada es histórica. Nunca antes un presidente del Gobierno en ejercicio había declarado ante un juez en fase de instrucción. Las reuniones de la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, en Moncloa, así como su cátedra en la Universidad Complutense (UCM) y los contratos públicos adjudicados a su socio, el empresario Carlos Barrabés, constituyen el grueso de una cita judicial en la que se prevé que Sánchez guarde silencio. Pero todo está abierto.
La causa contaba hasta hace apenas días con Begoña Gómez como única investigada. Sin embargo, el rector de la UCM, Joaquín Goyache, y el empresario Barrabés se suman también a la lista de investigados. En el foco, dos delitos: corrupción en los negocios y tráfico de influencias. Por todo ello se preguntará al presidente por ser el marido de Gómez. Aunque Moncloa maniobra para que el presidente pueda ejercer los derechos que asisten su cargo, ante lo que su núcleo duro califica como ofensiva judicial "prospectiva".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación