Pedro Sánchez cede. El presidente del Gobierno ha aceptado este miércoles la exigencia del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de realizar el encuentro entre ambos en el Congreso de los Diputados este viernes 22 de diciembre. Fuentes socialistas confirman que la cita será en la Cámara Baja en lugar de en el Palacio de la Moncloa. Los líderes de los principales partidos acuerdan verse tras varios días de teatralización y tras la moción en el Ayuntamiento de Pamplona, apoyada por el PSOE, que ha dado a Bildu la alcaldía y que ha trastabillado el compromiso del PP de pactar un hueco en la agenda.
Y es que el PP secundó el pasado fin de semana una protesta contra el movimiento político orquestado por el PSOE en colaboración con su socio Bildu. No obstante, todo parece indicar que Sánchez y Feijóo se reunirán mes y medio después de que el socialista fuera investido de nuevo. La oferta de una reunión fue iniciativa de Sánchez, que le ofreció abordar tres aspectos: renovación del Consejo General del Poder Judicial, reforma del artículo 49 de la Constitución y pacto por la financiación autonómica.
Feijóo recriminó a Sánchez la imposición de la temática. Y durante varios días se sucedió un juego de gato y ratón. Pero el líder del PP, finalmente, ha pedido este miércoles en el Congreso, donde Sánchez está compareciendo para explicar sus últimos compromisos europeos, que la cita sea en el Congreso y con un orden del día claro y transparente. En Moncloa estaban muy irritados por la inconcreción y las excusas del PP. "Debe venir, aunque sea para decir que no está de acuerdo para nada ni con nada de lo que hace el presidente", explica un fiel colaborador de Sánchez.
Feijóo no ha evitado hacer alusión a los juegos del presidente con los independentistas. Por eso, el líder del PP ha pedido al líder socialista verse "sin mediador", en referencia al relator internacional presente en los encuentros entre el PSOE y Junts, "sin soberbia" y "sin imposiciones". Feijóo ha reprochado a Sánchez su "manera curiosa de mostrar interés" por la cita entre ambos reunión, ya que, según ha dicho, anunció a través de los medios que quería verse con el jefe de la oposición y su gabinete, Óscar López, tardó "cinco días" en contactar con el PP.
Eso sí, el líder del PP es consciente de su papel de Estado. Y, por eso, acepta el encuentro. El presidente de los 'populares' ha dicho que él quiere "estar a la altura del cargo" que representa y ha admitido que "una de las obligaciones del líder de la oposición es acudir cuando le llama el presidente del Gobierno". El 'sí' de Feijóo descoloca los planes del jefe del Ejecutivo.
Y es que Sánchez ha estado calcando la estrategia que hizo descarrilar el acuerdo con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el año pasado. En aquella ocasión, el líder del PSOE metió la supresión del delito de sedición sin necesidad alguna mientras dialogaba con Feijóo. Ahora, se ha impulsado una moción de censura para entregar la alcaldía de Pamplona a EH Bildu y se ha anunciado un encuentro entre Sánchez y Carles Puigdemont en algún país extranjero, por supuesto.
El presidente del Gobierno reconoció este martes que habrá "reuniones con foto" tanto con el expresidente catalán prófugo de la justicia Carles Puigdemont, como con el líder de ERC, Oriol Junqueras, más allá de la reunión oficial, esta sí agendada, que le llevará a verse este jueves en Barcelona con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès el próximo 21 de diciembre.
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