Política

Pedro Sánchez gobernará con una 'sopa de siglas' y el Senado en contra

Respetará el presupuesto del PP para no complicar más la "gobernabilidad" y prepara un "pacto de rentas" con sindicatos y CEOE mientras respeta el programa de estabilidad con la UE

Pedro Sánchez es consciente de que, apagados los focos del éxito de su llegada a Presidencia del Gobierno vía moción de censura a Mariano Rajoy, el sábado se abre una etapa de incertidumbre porque solo dispone de los 84 escaños del PSOE para sacar adelante el programa que expuso este jueves en la tribuna de oradores del Congreso.

Y para conseguir mayorías necesita 92 diputados más, los 71 de Unidos Podemos, los 9 de ERC, los 8 del PDCat, los dos de Bildu y al diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Eso, sin contar que el PP dispone de mayoría absoluta en el Senado.

El problema más inmediato al que se va a enfrentar el nuevo jefe de gobierno es la articulación del 155 en Cataluña si el president de la Generalitat, el soberanista Quim Torra, sigue con su desafío constante a la legalidad. Aunque en las últimas horas, con el nombramiento de consejeros no presos ni huidos ha hecho un gesto de vuelta a la "normalidad", en palabras del todavía ministro de Justicia, Rafael Catalá.

El nuevo presidente del Gobierno quiere inaugurar un nuevo tiempo en la relación entre Cataluña y el resto de España, pero probablemente choque con PP y Ciudadanos

De momento, el nuevo inquilino de La Moncloa se ha mostrado dispuesto a verse con Torra para inaugurar un "nuevo tiempo" en la relación entre Cataluña y el resto de España porque "la solución no vendrá ocultándose tras las togas", ha dicho en su intervención para desmarcarse de la política del PP que ha llevado al enfrentamiento territorial. 

Su problema, a este respecto, es la enemiga que le van a plantear desde el minuto uno de su mandato PP y Ciudadanos, compitiendo por ver cual de las dos formaciones le ataca más por poner en riesgo la unidad de España y la igualdad entre los ciudadanos de todos los territorios.

Además, Pedro Sánchez ha de ejecutar el presupuesto aprobado por el PP, aunque Pablo Iglesias se lo ha puesto fácil señalando que "como dice Rajoy, nos vamos a comer con patatas los presupuestos, pero a la mesa no habrá sentados corruptos".

Pero, sobre todo, tendrá que sacar un techo de gasto del proyecto de ley de Presupuestos 2019 nada más llegar al poder, porque en la última semana de junio tiene que estar aprobado.

Aunque no es probable que Sánchez pueda agotar la legislatura, en junio de 2020, el líder socialista ha propuesto un programa de izquierda que aumentará gasto y chocará con el Plan de estabilidad de la UE

El nuevo jefe de gobierno ha reiterado su compromiso a impulsar una ley de igualdad salarial que asegure la igualdad de género en el empleo, en su acceso y permanencia, en la formación y en la promoción interna.

Y un "pacto de rentas" con sindicatos y CEOE para acabar con los trabajadores pobres, lo cual dificultará mucho la elaboración de ese presupuesto cuando España está todavía incursa en un procedimiento de déficit excesivo en la UE, o una Ley de transición energética.

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