El PSOE va a llevar a cabo una campaña electoral binaria: apelará a la máxima movilización de la izquierda pero en recintos modestos, polideportivos, a poder ser; nada de plazas de toros, ni mucho menos empezar este jueves llenando el mítico velódromo de Dos Hermanas (Sevilla), escenario en el que Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, hacían en el pasado demostraciones de hegemonía para las que se necesitan no menos de 20.000 personas.
Sánchez dará un pequeño mitin a las 18.30 en la Caseta municipal junto a su amigo, el alcalde y presidente del Comité Federal socialista Francisco 'Quico' Toscano, y a las 23.30 estará junto a 2.000 personas en el Centro Social y Deportivo Vistazul de la localidad sevillana para la simbólica pegada de carteles.
A partir de ahí arrancarán quince días de caravana electoral socialista durante los cuales el candidato protagonizará 24 actos (muchos días hará 'doblete') y pasará por trece de las diecisiete comunidades (todas menos Castilla y León, Aragón, La Rioja y Murcia); de tal manera que al final de la misma habrá recorrido 15.000 kilómetros para convertir en realidad el lema del PSOE 'Haz que pase'.
El riesgo de lluvia ha influido en el descarte de las plazas de toros, pero, sobre todo, el deseo de no desmovilizar al electorado de izquierda con una imagen de que "esto está ganado"
El itinerario incluirá un salto a las Islas Canarias y a Baleares, con apenas un acto en Madrid, el viernes 26 a media tarde, para asistir horas después al cierre en Valencia junto al presidente de la Comunidad, Ximo Puig, que también se la juega en las elecciones del 28 de abril.
Ni siquiera en ese último día en la ciudad del Turia se ha querido escoger la plaza de toros, que necesita 15.000 personas para llenarse. En su lugar optarán por el más modesto Parque Central. Oficialmente el riesgo de lluvia en abril ha servido a los responsables de la campaña socialista para descartar aforos como las plazas de toros, explican fuentes del partido a Vozpópuli, pero pesa más la estrategia de no dar impresión de que "esto está ganado". Y la prueba es ese acto al aire libre en Valencia.
Nada de demostraciones de fuerza que en Ferraz y en La Moncloa se consideran "contraproducentes" cuando el CIS acaba de pronosticar en su macroencuesta electoral que el PSOE doblará al PP en escaños. Algo que está por demostrar porque no son pocos los que coinciden en que la distancia final no será tanta; y, sobre todo en el campo socialista, quienes piensan que el peligro de un gobierno tripartito PP, Ciudadanos/Vox "no está ni mucho menos conjurado".
'Voto oculto' al PP
De hecho, la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, acogió este martes con mucho escepticismo el resultado de ese macrosondeo porque, entre quienes dicen que no saben si irán a votar -un 25,3%, tres puntos más que en 2015- y, sobre todo, el llamado voto oculto -un 13%, cinco veces más que hace cuatro años-, los socialistas no se fían.
Ese voto oculto, intuyen será finalmente para Vox o el PP, en menor medida para Ciudadanos, y, paradójicamente, puede hacer que gobierne el tripartito de derecha con Pablo Casado en La Moncloa a pesar de que va a cosechar el peor resultado de los populares en los últimos 30 años:
?@adrilastra, sobre los datos del #CIS: "Cada voto es decisivo, cada voto cuenta, porque la ultraderecha está a las puertas del Congreso"#HazQuePase/❤️
+Info en nuestra web ??????⬇️https://t.co/vOjlrBxBLo
— PSOE (@PSOE) April 9, 2019
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