Pedro Sánchez rehúye ahora replicar al presidente argentino, Javier Milei, y solo lo utiliza contra Alberto Núñez Feijóo. Y dio muestra de ello este miércoles en el Congreso. Moncloa emite ahora mensajes menos beligerantes contra Buenos Aires, pese a que sigue planteándose impedir la segunda visita de Milei a España, tal y como adelantó Vozpópuli. España retiró este martes a la embajadora en Argentina y ese ya es un mensaje contundente. Por eso, el núcleo duro de Moncloa quiere "dejar reposar" la disputa con el presidente argentino después de que arremetiera contra Sánchez y su mujer en un mitin organizado por Vox en suelo español.
Eso sí, el líder socialista no quiso dejar pasar la oportunidad de dejar claro a Milei el porqué oficial de la protesta del gabinete que preside. Y es que el equipo de Sánchez, como reconocen cuando se le consulta, es plenamente consciente de que el ruido de Vox a través de Argentina les beneficia electoralmente. Y está dispuesto a usarlo para atacar al líder del PP. Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina: "La protesta va ligada a la proporcionalidad. En este sentido, el ataque desde la capital desde el propio país anfitrión, es decir Madrid, contra las instituciones publicas españolas hechas por Milei después de haber medios del Estado español a su disposición: el aeropuerto de Torrejón, la seguridad pública... cuando sabemos que fue un viaje privado", dijo Sánchez.
El presidente, que gusta de autoproclamarse como líder internacional, está dispuesto a erigirse en un muro contra la ultraderecha global. Sánchez cree que le puede sacar partido a la estrategia de confrontar en casa con las figuras internacionales en las que se refleja Vox, como el propio Milei o el expresidente de Estados Unidos Donald Trump. En verdad, a Sánchez parece no importarle alterar el equilibrio de relaciones diplomáticas de España para tal fin. El presidente del Gobierno abrió este miércoles otro frente diplomático con Israel tras poner fecha, en el Congreso, al reconocimiento español del Estado palestino: el próximo 28 de mayo.
Solo dos países secundan a Sánchez con Palestina
Pero mientras el Gobierno bajaba las revoluciones con Argentina -Sánchez no citó expresamente a Milei en su primera alocución por no ser el "objetivo", según Moncloa-, Tel Aviv llamó a consultas a la embajadora israelí en Madrid por el reconocimiento de Palestina. El Ejecutivo esperaba el movimiento tras ver a primera hora al gabinete de Benjamin Netanyahu hacer lo mismo con los representantes de Noruega e Irlanda, los únicos dos países de cinco (Polonia, Noruega, Irlanda, Eslovenia y Bélgica) que se han sumado al reconocimiento de Palestina tras la gira de Sánchez en busca de apoyos para no hacerlo en solitario. "Era lo esperado", explican fuentes gubernamentales.
Por si fuera poco, la Casa Blanca dejó constancia de su rechazo a esta decisión unilateral a través de un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, que opinó en una entrevista en CNN que "un Estado palestino debería realizarse mediante negociaciones directas entre las partes, no mediante un reconocimiento unilateral". Un frente más. Y no con cualquier país, precisamente. Como ya contó este diario, Sánchez ha hecho caso omiso a la petición del gabinete de Joe Biden: que esperara. Existe consenso, incluso en las filas del PSOE, de que "no es el momento" de dar tal paso en medio de un conflicto sin apenas precedentes en Oriente Medio. No obstante, Sánchez está dispuesto a seguir agitando las relaciones exteriores de España por meros cálculos electorales.
El electoralismo del juego diplomático
Así, el presidente lanzó en el Congreso un guiño a la izquierda política española, claramente propalestina: "Si tengo algo claro, es que el primer ministro Netanyahu no tiene un proyecto de paz para Palestina. Luchar contra el grupo terrorista Hamás es legítimo y necesario después de lo acontecido el pasado 7 de octubre, pero Netanyahu está generando tanto dolor y tanta destrucción y tanto rencor en Gaza y en el resto de Palestina que la solución de los dos Estados está en peligro, en serio peligro de ser viable". Lo cierto es que en el mundo diplomático se ha instalado el desconcierto. No se entienden los bandazos del jefe del Gobierno.
Un amplio sector de la diplomacia está preocupado por la sobreactuación con Milei que también se usa electoralmente desde Madrid para movilizar a los votantes progresistas. Además, el reconocimiento de Palestina se ve más como un error que como un acierto, porque va a afectar negativamente a las relaciones exteriores de España con aliados importantes. En concreto, con Estados Unidos e Israel. Y es que la situación diplomática con Tel Aviv es especialmente delicada.
Las autoridades de Israel, en estos momentos, son especialmente sensibles a cualquier posicionamiento de un país occidental. Cabe recordar que a finales del año pasado retiraron durante más de un mes a su embajadora en Madrid como protesta por la posición española ante el conflicto. Pero tras la última visita de Sánchez con el primer ministro belga, el gobierno de Benjamín Netanyahu señaló a ambos dirigentes por apoyar el terrorismo. Es más, ya lanzan el mensaje de que Hamás se alegrará del reconocimiento español a Palestina.
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