Política

Pedro Sánchez abre la veda: Ferraz señala a Juan Lobato por no frenar a la derecha en Madrid

Sectores sanchistas del partido ya promocionan una candidata alternativa. El equipo del secretario general del PSM se defiende: "El problema cada vez menos somos nosotros"

(i-d) Pedro Sánchez, Javier Ayala, Juan Lobato, J.L.R. Zapatero y Teresa Ribera.
(i-d) Pedro Sánchez, Javier Ayala, Juan Lobato, J.L.R. Zapatero y Teresa Ribera. EUROPA PRESS / Alejandro Martínez Vélez.

Pedro Sánchez abre la veda. La dirección socialista comienza a señalar a algunos barones autonómicos. Los resultados de las elecciones europeas también se leen en Ferraz para buscar enemigos internos que paguen el plato. Las fuentes consultadas apuntan hacia el líder del PSOE madrileño, Juan Lobato. "Hay preocupación por el agujero que tenemos en Madrid", explican estas fuentes.

El equipo del secretario general del PSM se defiende: "El problema cada vez menos somos nosotros. Los datos son los datos". "Los resultados en Madrid son mejores que en otras ocasiones. Y que en la mayoría del resto de sitios en comparación a las generales. Hemos subimos en cinco comunidades. Y somos, tras Melilla y Navarra, donde mejor resistimos y donde menos votos bajamos desde la generales en porcentaje de voto", explican en la dirección regional.

Pero poco importa que, en efecto, Lobato haya mejorado los resultados regionales respecto al 23-J (+0,31 %). Y es que hay sectores 'sanchistas' del PSM que buscan la caída de Lobato. En Moncloa recelan ya tanto del secretario regional autonómico que se le está buscando remplazo en el próximo congreso de la federación socialista más convulsa del país.

Uno de los actores clave de las maniobras entre bambalinas es el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, quien está impulsando a Pilar Sánchez Acera, actual directora del gabinete del director de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López. Sánchez Acera, exdiputada socialista en la Asamblea de Madrid, aterrizó hace poco más de un año en Moncloa.

Como ya contó este diario, altos cargos del partido a nivel regional están presionando a Moncloa para que controle a Lobato, quien no lleva ni tres años a los mandos de la sucursal más revoltosa del PSOE. Pero en este tiempo ya está comprobando cómo se las gastan sus compañeros. Para entender lo que comienza a pasar en el PSM hay que tener en cuenta que Lobato, un político de 39 años y con proyección, no está dispuesto a ser un mero lacayo de Ferraz.

El exalcalde de Soto del Real quiere tener "estilo propio", según cuentan fuentes de su más estricta confianza. El plan de Lobato, dice él mismo, es un plan para Madrid; de consensos y de izquierdas, pero con "sentido común", lejos del insulto. El problema es que al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán -el fontanero de Pedro Sánchez- no le gustaron algunas de las últimas entrevistas que concedió Lobato. En ambas se desmarcó de las loas a la amnistía que se escriben en los argumentarios de Ferraz. En plata: el líder de los socialistas madrileños tuvo demasiado "estilo propio".

Desde entonces, Lobato ha vuelto al tiesto y ha intentado no sobrepasar los límites que pudieran ofender a Ferraz. La crisis del PSOE de Madrid se ha convertido algo perenne. El partido va camino de los 30 años fuera del Gobierno de la Comunidad y de la Alcaldía de la capital. Y no hay visos de que se pueda revertir la tendencia a corto plazo. La militancia está desmovilizada y el rechazo a la amnistía ha generado problemas a algunas agrupaciones, cuyos locales se ven habitualmente vandalizados con pintadas.

El equipo del Lobato asegura que sus discrepancias con la ejecutiva federal están pactadas con el secretario de organización, Santos Cerdán. Aunque sus críticos lo descartan. De hecho le ven desconectado de las cuestiones orgánicas, que "no le interesan", dicen, y del día a día de las agrupaciones. Es más, algunas de las más importantes echan en falta más contacto con él. Quienes recelan de Lobato le ven más bien pensando en una época en la que la legislatura termine y el PSOE se enfrente a una larga travesía en el desierto. Las fuentes consultadas vienen a decir que Lobato intenta ser como Emiliano García-Page. Pero le recuerdan que carece de su poder. No solo no gobierna, sino que es tercera fuerza en Madrid.

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