Pedro Sánchez prepara un viaje a las playas gallegas afectadas por el vertido de 'pellets' de plástico para hacer campaña de cara a las elecciones autonómicas del próximo 18 de febrero. Según ha sabido este diario por fuentes gubernamentales, Moncloa está diseñando el desembargo del presidente del Gobierno. Este mismo martes lo hizo el candidato socialista a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro. El núcleo duro del presidente está inflando mediáticamente el suceso de los microplásticos, que está comparando con el desastre del 'Prestige' para arremeter contra el Gobierno del popular Alfonso Rueda.
La primera rueda de prensa del año desde Moncloa se convirtió en un mitin gallego. La ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, reiteró este martes que el Ejecutivo ofrece “desde el minuto uno” su “máxima disposición” y “máxima colaboración” para gestionar el vertido en las costas gallegas y cantábricas, y acusó a la Xunta de Galicia de recurrir a “propaganda” y a la “mentira” para rechazar la ayuda del Estado. Poco después, el gobierno gallego y el cántabro siguieron al asturiano y subieron al nivel dos el nivel anticontaminación; lo que permite al Ejecutivo central colaborar en la limpieza de los 'pellets'. Eso sí, el Gobierno confirma que por el momento no hay alertas alimentarias ni incidentes en la navegación. Y eso que los ecologistas dicen que puede entrar en la cadena alimentaria de algunos animales -peces y aves- y afectarles.
Mientras, la llegada de los microplásticos procedentes de un contenedor varado en las costas portuguesas ha servido al PSOE para alimentar una crisis ecológica de la que responsabiliza a la Xunta y, por ende, al PP.
Lo cierto es que el PSOE trata de convertir los 'pellets' en un arma de campaña ante la cercanía de las elecciones gallegas, que se celebrarán el 18 de febrero. Pero la contaminación por 'pellets' de plástico no es algo nuevo en España, ni siquiera en Europa, donde se han visto episodios similares en el mar del Norte y puertos como el de Rotterdam.
La próxima visita de Sánchez a las costas gallegas para calibrar el vertido de 'pellets' tiene una razón fundamental. Y es que el presidente del Gobierno se batirá en Galicia. El PSOE 'nacionalizará' la campaña de las elecciones autonómicas. En Ferraz reconocen en privado que solo si desplazan al ámbito estatal los asuntos de confrontación tienen alguna opción de remontar en las encuestas e intentar superar a la izquierda independentista del BNG que, en estos momentos, según la mayoría de los sondeos, volverá a ser la segunda fuerza de la Cámara regional.
Las elecciones en Galicia serán las primeras que se celebren tras el registro de la ley de amnistía en el Congreso, la concesión de Pedro Sánchez y el PSOE a los independentistas catalanes por revalidar el Gobierno y permanecer en Moncloa. La medida de gracia, según casi todos los sondeos, cuenta con el rechazo de una importante mayoría de españoles pese a los esfuerzos del Ejecutivo por vender sus bondades. Y en Ferraz hay cierto nerviosismo. Además, la implosión de la izquierda a la izquierda del PSOE revienta las opciones de cambio político.
La conferencia para aupar a Besteiro
Moncloa tenía preparada una batería de medidas sociales en los tres decretos que se deben votar este miércoles para, en parte, ayudar al candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, a capear el temporal electoral que tiene al PSOE noqueado por la amnistía. Aunque el gran reto de los socialistas gallegos es superarse a sí mismos, porque las últimas cuatro mayorías absolutas del PP estuvieron aupadas por un Partido Socialista desdibujado y enfrentado.
Cabe recordar que Sánchez presidirá en La Coruña una conferencia para, al menos, renovar al portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE los próximos 20 y 21 de enero. Y, por ello, se celebrará un comité federal que intentará aupar a Besteiro. En verdad, un batacazo del PSOE afectaría directamente a Sánchez. Y ese es el motivo por el que no va a propiciar el desastre electoral juntándose con Carles Puigdemont, como él mismo dijo que hará más adelante.
La previsión de una rotunda mayoría absoluta del PP dejaría tocado al partido. Y entonces será casi imposible que en Ferraz no se haga la lectura en clave interna de que la amnistía ha tenido mucho que ver. En ese caso, los nervios crecerían con las elecciones vascas, europeas y catalanas a la vista. Sánchez tiene decidido evitar la foto con Puigdemont antes de que se abran las urnas en Galicia. El objetivo es no hundir las opciones del PSdeG, que está intentando aglutinar a toda la izquierda tras la voladura de la entente entre Sumar y Podemos. Aunque fuentes oficiales de Ferraz no descartan cualquier escenario. Es más, Junts presiona al jefe del Ejecutivo para que esa foto sea cuanto antes ahora que Sánchez ya no es presidente de turno del Consejo Europeo.
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