Pedro Sánchez, con una estricta cautela que evidencia su falta de apoyos en el Congreso, comienza a dar pistas sobre su plan para los medios de comunicación bajo el eufemismo de "regeneración democrática". El líder socialista ha anunciado este miércoles medidas para asfixiar sin dinero público a la prensa con la coartada del número de lectores. Pero no ha concretado una sola.
Sánchez se ha escudado en el reglamento europeo de libertad de medios, pero ha dejado claro que no quiere que los "haya con más financiación pública que lectores". Todo un dardo a la publicidad institucional de las administraciones que no controla. Es más, él ha acusado a la oposición de comprar líneas editoriales. Y ha hecho referencia velada al jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez.
El presidente ha anunciado que el Gobierno iniciará una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios para proponer este plan de acción, que aún no tiene una sola medida atada o concretada. Pero Sánchez no esconde su intención. Quiere fijar nuevos estándares de transparencia sobre la propiedad, la asignación de la publicidad institucional y la medición de audiencias de los medios de comunicación privados. Esa es la coartada.
Cabe reseñar que, pese a todo, el propio Sánchez ha anunciado que pondrá en marcha un paquete de 100 millones de euros de ayudas para la digitalización de los medios de comunicación que lo necesiten con el fin de "crear bases de datos, desarrollar herramientas que mejoren su productividad y calidad informativa y reforzar su ciberseguridad".
"Los ciudadanos deben poder conocer las fuentes de financiación de los medios, el nombre de sus accionistas y sus cifras de audiencia. Debemos limitar la financiación que las administraciones pueden dedicar a los medios para que no haya ninguno que tenga más financiadores públicos que lectores. Para ello habrá que actualizar la Ley de Publicidad Institucional, aprobada hace casi 20 años, cuando se leían más en papel que en pantalla y no existían las redes sociales", ha dicho Sánchez.
El jefe del Ejecutivo ha introducido la cuestión sobre los medios tras alertar de los riesgos para la democracia de los bulos, a los que ha vinculado directamente con la ultraderecha y su auge en Europa, el primer motivo de su comparecencia. "La democracia y el periodismo tienen enemigos que distorsionan la realidad con bulos; que intoxican el debate público con el fin de debilitar la democracia y socavar la convivencia. Estas técnicas de desinformación son muy peligrosas. En democracia, el papel más importante es el de los ciudadanos. Y para ello, el ciudadano debe discernir entre realidad y mentira. Y garantizarlo ante el auge de las nuevas tecnologías es complicado", ha explicado Sánchez.
El jefe del Gobierno ha eludido por completo el escándalo que afecta a su mujer, Begoña Gómez. Y eso que está investigada judicialmente por los supuestos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias tras la denuncia de dos organizaciones ultras basadas en informaciones periodísticas tildadas de "bulos" por parte del líder socialista. Gómez deberá declarar este viernes ante el juez instructor del caso, el togado Juan Carlos Peinado. Y así se lo ha recordado el líder del PP.
Sánchez, por su parte, ha vinculado la "proliferación de fake news" a la "ultraderecha", y ha exigido "reforzar el derecho a la rectificación y al honor" de los ciudadanos frente a las "calumnias" de los "pseudomedios". Un claro mensaje de auxilio para su mujer a la que considera víctima, precisamente, de esas calumnias.
El presidente ha arrancado su diatriba sacando pecho de la plena integración española en la Unión Europea. Es más, Sánchez se ha vanagloriado de que Madrid ya es una capital escuchada en Bruselas; de que España ya es epicentro de los valores europeos que hace cuarenta años los españoles miraban con tanto deseo. El jefe del Ejecutivo ha dibujado una situación económica tan favorable que ha llegado a decir que España vive "uno de los mejores momentos de su historia".
Sánchez ha advertido nubarrones en forma de ultraderecha. "Ha crecido un 40% [en voto en las últimas elecciones europeas. Y ha enviado a Bruselas a casi 200 representantes. La política de odio y de mentira sigue creciendo. Pero hemos llegado, socialistas y populares, a un acuerdo para dejar fuera a los ultras de las instituciones que envía un mensaje al mundo", ha verbalizado Sánchez en un claro mensaje al PP de Alberto Núñez Feijóo. El líder de la oposición y el presidente no se han topado en el pasillo del Congreso por apenas unos segundos.
Sánchez, que ha intervenido durante más de una hora y 13 minutos, se ha quejado de la "falta de educación" de los diputados del PP porque no han parado de murmurar durante su alocución. Y acto seguido ha vuelto a hacer uno de sus anuncios. "En los próximos días, el Gobierno lanzará cuatro nuevos programas dotados con más de 2.300 millones de euros para acelerar la transición energética en ámbitos como el hidrógeno verde, la cadena de valor de las energías renovables, etc".
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