El Gobierno ha abierto este jueves con Ciudadanos la ronda de contactos para negociar los apoyos a los Presupuestos Generales del Estado. El gesto supone un incumplimiento del compromiso que el presidente Pedro Sánchez y el vicepresidente Pablo Iglesias alcanzaron en septiembre. Podemos arrancó al PSOE el compromiso de priorizar a la mayoría de la investidura en la negociación de las cuentas.
Antes de la reunión con Ciudadanos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero Montero y el secretario de Estado de Podemos, Nacho Álvarez, se han entrevistado con el diputado de Teruel Existe Tomás Guitarte. La agrupación aragonesa votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez en enero. El Gobierno ha informado que además de Ciudadanos, el Gobierno se reunirá este jueves con ERC, Bildu, Compromís, Nueva Canarias y BNG.
El PNV ha declinado participar en esta ronda inicial de contactos. La formación nacionalista ha dicho que no acudirá a "hacerse una foto". Fuentes del Ministerio de Hacienda han restado importancia a la ausencia del PNV, socio clave de la legislatura para la coalición.
"Con el PNV, los contactos son recurrentes", dicen estas fuentes.
Anteproyecto de Presupuestos
El Gobierno presentó su anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado hace una semana. Los contactos entre Hacienda y Ciudadanos son constantes desde julio. El partido de Arrimadas arrancó hace unos días la promesa del Ejecutivo de retirar vía enmienda el impuesto al diésel. Y el primer grupo parlamentario al que han recibido Montero y Álvarez es Ciudadanos, en contra de lo que acordaron Sánchez e Iglesias hace dos meses.
A principios de septiembre, Podemos, través de sus portavoces Rafa Mayoral e Isabel Serra, lanzó un duro ataque al Gobierno de Sánchez por una negociación con Ciudadanos que consideraron no pactada con Podemos. Sánchez se irritó por el tono del ataque de Podemos y convocó a Iglesias en la Moncloa. En esa reunión el presidente del Gobierno y su vicepresidente segundo reanudaron su relación, con la "promesa" de Sánchez a Iglesias de que en los asuntos presupuestarios todo se trabajaría de forma conjunta con Podemos, y dando prioridad al bloque de la mayoría de investidura.
El acuerdo se centraba en dos puntos: presentar el borrador de las cuentas de forma conjunta y asumir ese orden para sus entrevistas y búsqueda de apoyos. "El orden que acordamos es de cordura y cortesía parlamentaria. Primero hablamos con los grupos que apoyaron la investidura, después con los que se abstuvieron y después con el bloque de la derecha. Es de cajón de madera de pino”, subrayó Iglesias públicamente refiriéndose a su conversación con Sánchez.
A partir de ese momento, y aunque Podemos esté intentando presionar para que Ciudadanos no forme parte de la ecuación presupuestaria, el Ejecutivo de Sánchez y sobre todo la Moncloa mantiene firme el rumbo del acercamiento a los naranjas. El propio Iglesias exigió a Sánchez, como desveló este diario, "lealtad" hacia el bloque de investidura. Sin embargo, la decisión del Gobierno de convocar el mismo día a varias fuerzas políticas de diferentes colores y sin contar con los equilibrios de la moción de investidura representa un incumplimiento flagrante de la promesa personal de Sánchez a Iglesias.
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