Lo de Pedro Sánchez con Teresa Ribera como cabeza de lista para las elecciones europeas no ha sido amor a primera vista. Fuentes socialistas explican que la vicepresidenta tercera será, salvo sorpresa mayúscula, la apuesta del tándem Moncloa-Ferraz para liderar la candidatura socialista. Pero el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha estado tiempo barajando otras opciones: desde el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero al alto representante europeo para la política exterior, Josep Borrell, pasando por la eurodiputada Iratxe García y la secretaria de Política Internacional y Cooperación, Hana Jalloul, como tique electoral. Nada ha cuajado.
Es más, Sánchez ya le propuso a Ribera la aventura, pero se negó. La titular de Transición Ecológica no veía con buenos ojos meterse en el lodazal de la política y de la campaña, aunque sí aspirar a uno de los puestos de comisaria comunitaria que, previsiblemente, tocarán a la socialdemocracia española. Será, además, uno de los pocos puestos que logre Madrid tras la llegada de la exministra de Economía Nadia Calviño a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Este quinquenio europeo, España tiene complicada la disputa por los conocidos como 'top jobs' de Bruselas.
Lo cierto es que la dirección del PSOE tiene ya la propuesta de la candidatura de Ribera y tendrá que hacer encaje bolillos para meter en la lista el resto de nombres de los territorios. En cualquier caso, la lista se hará oficial antes del comité federal -máximo órgano entre congresos- del 27 de abril que deberá ratificarla. El proceso de conformación de listas en las agrupaciones locales empezó la semana pasada y terminará este sábado. Las federaciones del partido andan proponiendo nombres que llegan directamente a Ferraz, porque la de las elecciones europeas es una lista de competencia federal.
Los problemas provocados por Koldo
La salida de Ribera obligará a Sánchez a retocar el Gobierno. Las fuentes consultadas en el equipo de la vicepresidenta tercera explican que la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, tiene muchas papeletas para reemplazar a la vicepresidenta tercera. Aunque esa decisión corresponde al presidente. Moncloa buscaba un golpe de efecto con un nombre rimbombante para liderar la lista que catapultara las opciones de los socialistas, cabizbajos desde la irrupción del caso Koldo y las informaciones que han levantado la sospecha sobre Begoña Gómez, la mujer de Sánchez, por sus contactos con algunos empresarios implicados en la trama.
Como tantos otros procesos en el PSOE, el de la confección de las candidaturas se ha visto perturbado especialmente por el estallido de la trama del presunto cobro de comisiones por los contratos de suministro de mascarillas desde el Ministerio de Transportes, convertida en el plano político en una guerra abierta entre el exministro y ex secretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos con la plana mayor de un partido cuyos entresijos conoce como pocos.
El PSOE activará un comité electoral para las elecciones europeas, según confirman fuentes socialistas. El núcleo de estrategas de Ferraz y Moncloa decidirá el plan para esos comicios, de marcado carácter nacional. Mientras que "Euskadi y Cataluña van a su aire", explican en la planta noble del partido. De manera que tanto el PSE-EE como el PSC tendrán plena autonomía para desarrollar su propia estrategia de campaña. Eneko Andueza, el candidato a lehendakari, y Salvador Illa, el candidato a 'president' intentarán que el ruido de la política nacional enturbie lo menos posible sus respectivas carreras de fondo.
Llamada al voto útil
Las elecciones europeas preocupan en Ferraz. Los socialistas admiten, en privado, que el presidente del Gobierno tendrá difícil escurrir el bulto en caso de que su partido sufra un nuevo varapalo. El líder, mientras, se ve hasta 2027 en Moncloa. La amnistía, el caso Koldo, y las sospechas sobre Begoña Gómez están desgastando al partido y las fuentes reconocen, sin ambages, que la cita europea sí que será el gran termómetro para medir la opinión de los españoles sobre los primeros meses de la actual legislatura de Sánchez: "Esas [elecciones] sí que tendrán carácter nacional. De ahí no habrá escapatoria", resume un destacado socialista, en referencia a los esfuerzos del aparato de persuasión del partido para vender que el castigo de los gallegos en las urnas en enero no se podía medir en clave nacional; algo que el propio presidente de Castilla-La Mancha, el repudiado Emiliano García-Page, desmontó.
España elegirá el próximo 9 de junio 61 diputados que se sentarán durante cinco años en el Parlamento Europeo. Y el PSOE sufre en las encuestas. El PP, previsiblemente, ganará las elecciones. Los cálculos de Ferraz son que Génova anticipa una convocatoria electoral del presidente del Gobierno. Sánchez intentará paliar el previsible golpe con Ribera y a la caza del voto de Yolanda Díaz. Ferraz ve tan débil al partido de Yolanda Díaz que apelará al voto útil.
Lo cierto es que los socialistas admiten, en privado, que el presidente del Gobierno tendrá difícil escurrir el bulto en caso de que Ferraz sufra un nuevo varapalo. El líder, mientras, se ve hasta 2027 en Moncloa. El líder socialista está determinado a terminar la legislatura haya o no amnistía y haya o no acuerdo de gobernabilidad con Junts: "Tengo todo el tiempo del mundo", dijo hace dos meses en su día a los periodistas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación