Fue un lunes 7 de julio de 2014, 'Sala Ramón Rubial' del PSOE, madrileña calle de Ferraz, único debate entre los candidatos de aquellas primeras primarias por la Secretaría General socialista, Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Moderadora, la entonces presidenta de la Asociación de la Prensa, Carmen del Riego.
Poco de lo que allí ocurrió se va a repetir este lunes. La gestora ha mantenido el mismo "bajo perfil" que impuso hace tres años un Alfredo Pérez Rubalcaba ya de salida: Cita a mediodía, lejos del prime time televisivo, y lo más alejada posible del espectáculo catódico; Por repetir, repite hasta el árbitro, una Carmen del Riego a quien en esta ocasión le va a hacer falta mucha de su reconocida sobriedad para enfriar el partido.
La encuesta de Sigma Dos de 22 de junio de 2014, daba a Madina, secretario general del Grupo Socialista en ese momento, un conocimiento público del 77%; a Sánchez, hasta el mes anterior un desconocido diputado por Madrid, solo le ponía cara el 71,8% -y eso después de una subida meteórica de doce puntos en días-.
Y el tercero, Pérez Tapias, catedrático de Filosofía granadino adscrito a la minoritaria corriente Izquierda Socialista, quedaba fuera del radar de la opinión pública. De hecho, pasó de simple aspirante a candidato solo porque Susana Díaz, Zapatero y los barones que apoyaban a Sánchez, temerosos de que su pupilo no lograra imponerse en las urnas, le prestaron 10.000 avales para compitir y dividir aún más el voto de Madina. Lo hicieron entre airadas protestas de éste, ahora socio de la andaluza, de Zapatero y de los mismos barones... Así se escribe la intrincada historia del socialismo hispano de los últimos años.
Lo cierto es que nada será igual, no hay español que desconozca las figuras de Sánchez, Díaz o Patxi López y resulta difícil imaginar otra sorpresa como la que supuso hace tres años la victoria a los puntos y por aplomo del desconocido profesor granadino frente a unos nerviosos e inexpertos Sánchez y Madina.
López aspira a ser el ganador del debate como garante de que no haya un "choque de trenes" que destroce el PSOE
López aspira a reeditar aquella actuación de Tapias -el 13 de julio sacaría más votos que avales-, tras una escuálida cosecha de avales que le ha dejado casi fuera de juego: solo 10.866. No lo va tener fácil el ex lehendakari. El auténtico morbo del debate es ver a Sánchez volver al lugar del "crimen" de Madina con su otrora socia, Susana Díaz, para disputarse entre ellos la Secretaría General del PSOE; de momento, ella le saca una ventaja de 6.539 avales (53.692 frente a 60.231)
Todo de esta nueva cita en Ferraz la convierte en una suerte de 'cara a cara' decisivo con Patxi López en una suerte de convidado de piedra, ante los ojos de una ciudadanía en la cual cunde la sensación de que el domingo 21 no solo se juegan algo los 188.000 militantes del PSOE con derecho a voto; dependiendo de quien gane, Sánchez o Díaz, el devenir político de España será distinto.
Tan es así que, mientras que las televisiones ignoraron el pulso Sánchez-Madina-Tapias de 7 de julio de 2014, el de mañana lo darán en directo Cuatro, Antena 3, La Sexta, y el 24h de TVE, además de Vozpópuli y otros muchas radios y medios. Y por más que Sánchez y Díaz hayan exhibido en los últimos días su perfil más florentino, renuente a la pelea, la realidad es que no se hablan desde hace un año, que la tensión de la campaña ha llegado a los dirigentes afines a uno y otra, y que la militancia se insulta entre sí a través de Twitter.
Ambos sostienen que solo a Patxi López interesa la bronca mañana, para elevarse así como el único que puede evitar el que, hoy por hoy, se antoja inevitable "choque de trenes" tras la votación del domingo 21 de mayo.
Esta vez no habrá militantes -hace tres años cada candidato pudo llevar a 33 afines- a modo de público que formulaba preguntas cómodas para lucimiento de su patrocinado y abucheaba por lo bajini a los otros para desconcentrarles. Este lunes solo habrá en las sillas de la 'Sala Ramón Rubial' cinco o seis miembros de cada uno de los tres equipo, y el resto, periodistas.
Sánchez parte con una ventaja importante en este tipo de citas electorales: su 'minuto de oro' cerrará el debate
La última palabra la tendrá Pedro Sánchez. Como ocurre en este tipo de formatos electorales, habrá cinco bloques: apertura, política social, económico, modelo de partido y cierre, también conocido como minuto de oro. Estos dos últimos bloques los cerrará Sánchez; por contra, el debate lo iniciará la presidenta de la Junta de Andalucía.
"Digan lo que digan, para muchos de los nuestros va a ser decisivo porque el resultado está abierto", opinaba hace días para Vozpópuli uno de los pocos cargos del PSOE que no se han decantado en esta cruenta batalla por Díaz o Sánchez/Sánchez o Díaz; contestaba así a la displicencia con la que viven otros socialistas el acontecimiento de mañana.
Recordaba esa fuente que es muy impactante que 125.000 de los 188.000 militantes con derecho a voto en las primarias del 21 de mayo hayan avalado bien a Susana Díaz (60.231), a Pedro Sánchez (53.692) o a Patxi López (10.866)... pero eso no revela nada de por dónde van a ir los 63.000 afiliados que no han avalado a ninguno de los tres.
Así que, descontando la abstención técnica en todo proceso electoral -en torno al 20%-, es probable que unos pocos miles de esos indecisos tengan en su mano la victoria de Díaz o de Sánchez; sobre todo, tras garantizar la gestora que vigilará la confidencialidad de voto al máximo: no se podrá traer la papeleta de casa sino que se tendrá que coger en las agrupaciones, dentro de una cabina o tras un biombo o cortina habilitada al efecto, y luego se introducirá en la urna a la vista de todos.
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