Bélgica fue durante los años noventa un refugio histórico para los terroristas de ETA. Aunque fue el primer país en deportar etarras (1984), la situación cambió poco después y a lo largo de dos décadas han rechazado extraditar a cinco terroristas.
El caso más reciente fue el de la etarra Natividad Jauregui, alias 'Pepona', detenida en Gante en 2013 tras una operación conjunta de la Policía Judicial belga, la Policía Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Estaba reclamada por el asesinato del teniente coronel del Ejército Ramón Romeo Botaeche, en julio de 1981 en Bilbao. Tras 34 años huida, había cambiado las pistolas por los fogones y regentaba un restaurante en la localidad flamenca. El caso está en el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH).
Casi una década antes, las autoridades belgas también habían rechazado la extradición de Luis Moreno y Raquel García, dos colaboradores del 'comando Vizcaya' a quienes finalmente concedieron la nacionalidad tras otorgarles asilo en 1995. Ambos estaban acusados de facilitar alojamiento a los etarras Juan Ramón Rojo y Kepa Urra Guridi. Tampoco se extraditó a Enrique Pagoaga, 'Peixotin' en 1996 ni a Ricardo Cruz Maiztegui a México en 1998.
A los que si que entregaron en 2005 fueron a los autores del asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta Diego Ugarte López de Arkaute y Jon Gómez López. También a Luis María Zengotitabengoa en 2010 y a Ventura Tomé un año más tarde.
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