Política

La pesadilla de Puigdemont: siete diputados del PDCat dudan si apoyar la DUI

Un sector de la antigua Convergència no comparte una declaración unilateral de independencia de efectos inmediatos y prefiere dar prioridad a la vía del diálogo. La CUP presiona para que no haya votación.

La división en el seno del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDCat) sobre una declaración unilateral de independencia (DUI) sigue latente, hasta el punto que la tensión interna en estos momentos es máxima. Este lunes había siete diputados del PDCat, según fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli, que dudaban todavía si apoyar una DUI de efectos jurídicos inmediatos.

Este sector de la antigua Convergència no comparte la proclamación de dicha DUI, que defienden, en cambio, sus socios de ERC, la CUP y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha llamado a sus simpatizantes a concentrarse este martes en las inmediaciones del Parlament bajo el lema "¡Avancemos al lado de nuestras instituciones! Sí, hola república".

La corriente crítica del PDCat prefiere dar prioridad a la vía del diálogo como salida al conflicto catalán y como freno urgente a la fuga de empresas. Así, su rechazo a la formalización de una DUI, algo que en privado no ocultan a interlocutores de otras fuerzas políticas, podría tener su desahogo en un desmarque a última hora en el Pleno del Parlament de este martes, si es que finalmente hay votación del texto que defienda desde la tribuna el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Sin embargo, esto no está asegurado en absoluto. El ala dura del soberanismo se inclina por que no haya votación, pues ello significaría, a su juicio, desobedecer su propia Ley del referéndum, según la cual los catalanes tuvieron la última palabra el 1-O.

Con todo, el jefe del Govern ha avanzado que hará "lo previsto en la ley del referéndum", esto es, "la declaración de independencia como aplicación de los resultados". Sólo si esta DUI llegara en forma de declaración a la eslovena, es decir, sin efectos jurídicos inmediatos hasta reunir cierto "reconocimiento internacional", como deslizó este lunes el eurodiputado del PDCat, Ramón Tremosa, los siete diputados críticos de la antigua Convergència daría una tregua a Puigdemont. Las fuentes citadas dan por hecho que el presidente catalán también abogará en su discurso por una mediación con el Estado, en la línea de su último mensaje televisado.

Estas fuentes parlamentarias sitúan en el grupo de díscolos del PDCat al conseller de Empresa y Ocupación de la Generalitat, Santi Vila, o a la coordinadora general del PDCat, Marta Pascual. También mencionan al exconseller de Justicia Germà Gordó, que como diputado no adscrito (tras su imputación por el TSJC en el caso del 3%) ya está teóricamente fuera de la disciplina de voto de Junts Pel Sí (PDCat y ERC). Con esos siete votos en contra y los del resto de la oposición, el Pleno del Parlament tumbaría el texto de Puigdemont con la declaración unilateral de independencia. Junts Pel Sí y la CUP no reunirían más de 65 votos a favor (la mayoría absoluta está en 68 escaños).

Para evitar este escenario, desde la CUP presionan a Junts Pel Sí para que no haya votación en el Parlament. Preguntado ayer lunes en rueda de prensa sobre si una eventual declaración de independencia se votaría en el Pleno de hoy, el diputado 'cupaire' Benet Salellas señaló que esa "plasmación" se decidiría este mismo martes, horas antes del arranque de la sesión vespertina.

Sin "aplazamiento"

Además, Sallelas subrayó que la CUP "no entendería un aplazamiento" ni tampoco que el texto de la declaración fuese "meramente retórico y sin efectos inmediatos", es decir, la citada DUI a la eslovena. En este contexto, llamó a seguir el contenido de "las dos leyes de desconexión", que, sin embargo, están suspendidas por el Tribunal Constitucional.

Junto a ello, Salellas aseguró que la CUP no había recibido ninguna indicación de Junts Pel Sí en el sentido de que quisiera posponer la DUI o que ésta fuera a tener una aplicación diferida. También comentó que el texto de la declaración todavía no estaba cerrado este lunes, aunque ya se había incluido alguna aportación de la coalición anticapitalista.

En relación a la fuga de empresas, Salellas manifestó que a Cataluña "no le interesan los grupos empresariales que se dedican a hacer chantaje político", por lo que les deseó "buena suerte" si quieren "irse o cambiar su sede".

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