Polémicas dentro y fuera del partido. La decisión de Pablo Iglesias de preguntar a sus bases antes de que estuviera cerrado un preacuerdo con Pedro Sánchez levanta ampollas. Dirigentes del partido morado reconocen que en Madrid y Barcelona son muchos los inscritos que consideran un “error” la convocatoria. Así se puede leer en los chats internos de la formación, aunque la dirección nacional ha mantenido que se trata de una obligación para definir una posición estratégica del partido.
“Con la consulta va a quedar que Sánchez sí quería la coalición, aunque muchos sabemos que así no es”, sostienen militantes del partido activos en Madrid. Este es solo uno de los muchos comentarios que se pueden escuchar entre los inscritos de Podemos, tres días después de que la dirección nacional convocara una votación para decidir su postura en las votaciones del 23 y 25 de julio sobre la investidura de Sánchez.
Según ha podido saber Vozpópuli, las bases de Podemos están divididas. Pero entre los críticos de la convocatoria de la consulta muchos aseguran que existe literalmente “cabreo”. Así es la situación en Barcelona, según fuentes de la marca catalana de Podemos, y en la capital. También en Andalucía la situación es parecida, después de que la secretaria de la federación andaluza, Teresa Rodríguez, afirmara que ni siquiera votará en la consulta.
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Apoyo externo
En Madrid, mantienen varias fuentes de la formación morada, había empezado a circular entre los militantes la idea de que era conveniente ofrecer a Sánchez un apoyo externo. “Esa idea iba cuajando”, aseguran algunos, que añaden: “Ahora todo ha quedado enrevesado y retorcido”.
El temor según las fuentes consultadas no es solo que Sánchez convoque de nuevo elecciones, sino que la maniobra de Iglesias acabe “dilapidando” todo el capital político de Podemos. En la batalla del relato nadie quiere asumir su responsabilidad en el caso de una repetición electoral. Y en ese contexto ahora muchos sostienen que Podemos quedará como el culpable del bloqueo. “Ahora o le votas [a Sánchez] o eres culpable de que haya elecciones”, afirman inscritos de Podemos Madrid.
En la mañana del lunes, Sánchez dio un portazo a Iglesias. Le acusó de emplear términos como “idiotez” para calificar sus propuestas, y de enrocarse en su exigencia de entrar en el Consejo de Ministros. Tras la última reunión oficial con el secretario general, Sánchez lanzó su plan de incluir a ministros técnicos y no políticos de Podemos: una manera para excluir del futuro órgano de gobierno a dirigentes de peso de la formación morada.
Pérdida de confianza
Iglesias excluyó esa posibilidad de las dos preguntas a las bases, y Sánchez se lo reprochó. Si bien muchos consideran que la presencia de dirigentes de peso de Podemos es esencial para blindar la acción del Gobierno, esa opción podía romper el bloqueo. Y era aceptable. Pero la dirección nacional de Podemos rebajó la propuesta (habló de “rumores”) y la tumbó. Algunos dirigentes de Podemos creen, incluso, que Iglesias adelantó la celebración de la consulta cuando se dio a conocer la propuesta de Sánchez por temor a que marcara el debate público.
En Podemos asumen que Sánchez ha perdido confianza en Iglesias. Y que este hecho podría jugar en contra del partido morado. “Estoy seguro de que Pablo se habría confirmado incluso con un solo ministerio, pero ahora con la consulta Sánchez tiene las manos libres para hacer lo que quiere”, dicen algunos miembros de Podemos en Madrid.
Después de la acusación de Sánchez, los dirigentes de Podemos se mostraron “asombrados” por el nivel de ataque. A media mañana, el secretario de Acción Política, Pablo Echenique, intentó apagar las llamas. Dijo no asumir la ruptura y emplazó al candidato socialista a volver "al talante negociador". "Para nosotros nunca está rota la posibilidad de que nuestro país sea un país mejor, pensamos que eso pasa por un gobierno de coalición", afirmó Echenique en el Congreso.
Excusas o no, la posibilidad de que se reanuden las negociaciones es objetivamente improbable y la sensación que sobrevuela los círculos morados es que esta vez Iglesias le ha servido a Sánchez un sabroso argumento para culpar a Podemos del fracaso de la investidura.
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