Los partidos emergentes quedaron por debajo de sus expectativas en las generales del 26-J y sus arcas lo notarán este año. La alianza Podemos-IU sacó un millón de votos menos de los que esos partidos obtuvieron por separado el 20-D y los mismos escaños (71), mientras Ciudadanos se dejaba 400.000 papeletas y ocho diputados. Ahora, las subvenciones correspondientes a la Ley de Financiación de Partidos, que toman como referencia el resultado de las últimas elecciones, les reportarán unos ingresos sensiblemente inferiores a los del año pasado.
El Consejo de Ministros autorizó esas ayudas en su reunión de ayer, estableciendo un reparto total de 52'7 millones -misma cifra que en 2016, como no puede ser de otra manera con un Presupuesto prorrogado-. Unidos Podemos es quien más pierde con la nueva división de la partida: de los 8'11 millones que ingresaron Podemos e IU tras el 20-D, pasarán a recibir 7'13. Esa será la cantidad que se repartan Pablo Iglesias y Alberto Garzón junto al resto de socios de su plataforma.
Aparte computan las confluencias de Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, donde la ascendencia de Podemos es mucho menor. La catalana En Comú Podem ingresará en concepto de gastos ordinarios prácticamente lo mismo que el año pasado (de 1'95 millones pasa a 1'9), mientras la valenciana Compromís-Podemos sumará casi 20.000 euros más (de 1'43 a 1'45 millones). La gallega En Marea, cuyos resultados electorales fueron bastante peores el 26-J que el 20-D, ve su cuantía menguada de 900.000 euros a 775.000.
El departamento de Finanzas de Podemos tendrá que ajustarse a esta nueva coyuntura, toda vez que su presupuesto depende casi exclusivamente de las subvenciones. El 83% de los ingresos morados procede de las arcas públicas, como se comprueba al analizar las cuentas que el partido tiene colgadas en su web. Iglesias no exige el pago de cuota a sus afiliados, aunque sí obliga a sus cargos públicos a donar la parte del sueldo que exceda del triple del salario mínimo. Un dinero que el partido gestiona a través del programa Impulsa y que destina a financiar proyectos sociales.
Cs pierde 761.000 euros
Ciudadanos, en cambio, sí fija una cuota mínima de 10 euros a sus militantes, excepción hecha de jóvenes, parados y jubilados. En cualquier caso, las cuentas del partido de Rivera también dependen en gran medida de las subvenciones, como ocurre con todos los partidos con representación en el Congreso de los Diputados. Para financiar sus gastos ordinarios, Cs tendrá este año 6'35 millones, casi un 11% menos que en el ejercicio anterior. La repetición de las elecciones le ha costado 761.000 euros, más lo que deje de ingresar en concepto de subvención electoral, cantidad que también será mucho menor a la percibida en 2015.
Los partidos tradicionales acogen en situación muy distinta las nuevas subvenciones aprobadas por el Gobierno. El PP rentabiliza la crecida electoral que experimentó del 20-D al 26-J (14 diputados y 700.000 votos más) sumando 2'2 millones adicionales a sus cuentas. La partida de gastos ordinarios sube de 16'67 a 18'86 millones, cuantía de la que se beneficia fundamentalmente Génova porque las alianzas de los populares con los partidos regionalistas PAR, FAC y UPN apenas reportan 52.000, 44.000 y 13.000 euros más, respectivamente.
El PSOE, por último, apenas nota la repetición electoral en lo que a ayudas públicas se refiere. Este año le corresponderán 10'8 millones para gastos ordinarios, 13.000 euros más que en 2016. Cantidades muy similares porque también lo fueron sus apoyos en las urnas en diciembre de 2015 y en junio del año pasado (en torno a 5'5 millones de votos).
El PSC, franquicia de los socialistas catalanes, aparece aparte en la distribución del Gobierno porque es una formación distinta, aunque hermanada con Ferraz. Sus emolumentos por esta vía cotizan ligeramente a la baja: 1.26 millones en 2016; 1'2 millones ahora. La coalición PSOE-Nueva Canarias, por último, pierde algo más de 30.000 euros para quedarse en los 483.000.
En cuanto a los partidos soberanistas, ERC pasa de recibir 1'3 millones a 1'4; CDC, refundada en el PDeCAT, de 1'22 a 1'13; el PNV, de 740.000€ a 684.000; Coalición Canaria recibe prácticamente lo mismo (168.000€); y EH Bildu pierde casi 40.000€ (de 418.000 a 379.000).
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