Están en las antípodas ideológicas, pero Albert Rivera y Pablo Iglesias están decididos a impulsar un cambio de la Ley electoral antes de las elecciones de 2020. Podemos y Ciudadanos mantendrá este jueves la primera reunión de trabajo en la que los equipos parlamentarios pondrán sobre la mesa sus respectivas propuestas. Ambas formaciones coinciden en aumentar la proporcionalidad un sistema que beneficia a los partidos tradicionales.
Necesitarán ponerse de acuerdo en la fórmula. La prioridad es no tocar la Constitución, para lo que sería necesario el concurso del PP. A pesar de que en la Cámara Baja está en marcha una Subcomisión para la reforma electoral, apenas se han producido avances en el órgano parlamentario. Los trabajos se han prorrogado hasta el mes de junio.
El tiempo apremia y los dos partidos apuestan por cambiar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) lo antes posible. Para ello necesitan que el PSOE se sume a la iniciativa. Para un cambio legislativo de este calado sólo necesitan una mayoría de 176 diputados en la Cámara, y no una mayoría reforzada como la requerida para acometer un cambio constitucional. "En una cuestión en la que somos capaces de ponernos de acuerdo hasta con Ciudadanos creo que nadie va a entender que el PSOE vaya de la mano del PP", aseguró Iglesias este jueves.
La formación naranja incluyó la reforma electoral en el pacto de investidura sellado con Mariano Rajoy en 2016 y Rivera se encargó de recordarlo durante su balance de final de año. De momento, fuentes del partido liberal aseguran que no han cerrado ninguna reunión con los populares. Su portavoz parlamentario, Rafael Hernando, manifestó su rechazo a trabajar fuera de la subcomisión creada al efecto.
Desde el grupo confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea plantearán al partido naranja la necesidad de impulsar un cambio en el modelo de asignación de escaños. Los morados apuestan por enterrar el método D'Hont y sustituirlo por el sistema Sainte Laguë que, según defienden, garantiza una mayor proporcionalidad. Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia o Dinamarca cuentan con dicho método y que ya propuso Izquierda Unida.
Por su parte, el programa electoral de Ciudadanos contempla aumentar el número de diputados a 400. Aunque la formación lo llegó a proponer, ahora aseguran que no es su prioridad. En cualquier caso, no debería incrementar el gasto en nóminas de los parlamentarios. Los dos partidos coinciden en que deben caminar hacia el principio 'una persona, un voto' y trabajarán por derogar el sistema del voto rogado, impuesto por el PP. De esta forma, pretenden facilitar el sufragio de los españoles en el extranjero.
Una vez que tengan unos mínimos sobre los que trabajar, intentarán que el PSOE se sume al acuerdo. En su programa electoral, los socialistas sólo hablan de "incrementar la proporcionalidad del sistema electoral para el Congreso de los Diputados. Desbloquear las listas". De momento, no han dado muestras de querer sumarse al pacto y defienden que debe darse dentro de los cauces institucionales habilitados. "Sorprende que Rivera, en vez de impulsar el trabajo parlamentario, quiera huir de una comisión que se creó con su apoyo", sentenció la portavoz socialista, Margarita Robles.
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