Podemos maniobra para que el acercamiento de Ciudadanos a Pedro Sánchez sea coyuntural, y la Moncloa vuelva pronto al esquema de la investidura. El partido de Pablo Iglesias, a través de Yolanda Díaz, se abrió el pasado lunes a unos presupuestos de “emergencia”, que incluya a Ciudadanos. Un movimiento que no todos en Podemos ven con buenos ojos y que llega después de que Inés Arrimadas, Luis Garicano y Marcos de Quinto cuestionaran el papel de Iglesias y sus rectas económicas. Podemos insiste en tender su mano a Ciudadanos, pero a condición de que Arrimadas no pida la cabeza de Iglesias a cambio de su apoyo al Gobierno.
Iglesias camina sobre el alambre. Después de la traición de ERC, Podemos se ve forzado a bendecir el acercamiento de Ciudadanos para que siga el estado de alarma. Pero el acercamiento de la “derecha civilizada” de Ciudadanos no le convence. Los dirigentes de Podemos desean que el socialista vuelva al cauce de la mayoría de censura contra Mariano Rajoy. Es decir, al pacto con los nacionalistas. Pero son conscientes de que no pueden dinamitar los puentes con el partido de Arrimadas.
De ahí la anomalía de plantear un pacto presupuestario con Ciudadanos el mismo día en que Podemos firma un documento conjunto con Bildu, ERC y la CUP, que pide facilitar el acercamiento de los presos de ETA a cárceles de sus lugares de procedencia.
Durante su intervención el Consejo Ciudadano del pasado viernes, Iglesias agradeció los votos de Ciudadanos, aunque recordó su “peso modesto” en el Congreso. Ese apunte se ha interpretado por fuentes del partido como una declaración sobre el hecho de que no se puede “confiar demasiado” en Arrimadas. La herida sigue abierta con el partido de Oriol Junqueras e Iglesias dijo en ese discurso a sus dirigentes que “hay que hablar con todos”, incluido el PP.
Irritación por las declaraciones de Garicano
En el círculo del secretario general, no obstante, ponen un límite a la condescendencia hacia Arrimadas: que no se cuestione la presencia de Podemos en el Gobierno. Sin embargo, en dos entrevistas tanto Arrimadas como Garicano han cuestionado su papel. Ese hecho activó todas las alarmas. El eurodiputado de Ciudadanos ha llegado a afirmar en El País que Iglesias “lastra la credibilidad de España en Bruselas”, lo que ha irritado a los morados.
Hay pocas profesiones más hermosas y dignas que la de payaso. Si defender el Ingreso Mínimo Vital y la justicia social en Europa me da el honor de serlo, solo puedo decir: Payaso a mucha honra, señor de Quinto. pic.twitter.com/Uk6R2pAjnZ
— Pablo Iglesias ?{R} (@PabloIglesias) May 11, 2020
El escenario que empieza a dibujarse es el de una pugna de baja intensidad y “muy volátil”, admiten fuentes de Podemos. Una pelea que se jugará sobre todo en el ámbito económico de la reconstrucción y que podría generar tensiones internas, según fuentes de Podemos. Todavía no está claro si Ciudadanos apoyará la próxima prórroga del estado de alarma del día 20 o 21 de mayo y el debate presupuestario se deberá celebrar poco después del verano.
Miedo a una manifestación contra el Gobierno
Mientras tanto Podemos intenta defender la idea de que las políticas sociales contra la crisis son el resultado de su buen hacer. En las redes sociales el partido ha vuelto a lanzar mensajes que reivindican su presencia en el Gobierno. En uno de esos mensajes aparecen los rostros de la ministra de Trabajo Díaz y el ex ministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro (autor del presupuesto todavía vigente), para reivindicar los ERTEs y las limitaciones a las empresas con sedes en paraísos fiscales. El partido pide a sus militantes a difundir el mensaje en canales como Whatsapp.
Ante los ataques de Ciudadanos a las medidas económicas de Podemos (el salario mínimo vital, entre otras), los morados quieren evitar que se manche el relato que promueven y que apuntan a que esta vez será diferente de la política de austeridad de 2008.
Ese miedo rodea los despachos de Iglesias y de sus lugartenientes que temen “una manifestación en el paseo del Prado, por ejemplo una marea blanca, que desfile debajo de la ventana de Iglesias en el ministerio de Sanidad”. “Esta será la hora de la verdad de Pablo”, admiten en Podemos.
Para ello es esencial que en la desescalada se visibilice la aportación de los morados, y que el Gobierno no sucumba a los requisitos del rescate europeo. “La batalla se libra en la UE”, reconocen en Podemos, donde temen que Sánchez avance de la mano de Ciudadanos en acuerdos inaceptables para su corriente política. Aun así, de momento el secretario general insiste en tender la mano hacía Arrimadas para seguir gobernando. Iglesias siempre ha pensado que la política se parece más a un encuentro de boxeo que al ajedrez, pero la crisis del coronavirus y su presencia en el Gobierno le pueden obligar a cambiar de enfoque.
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