Los comunes, la marca catalana de Podemos, quiere aprovechar la coyuntura política nacional para ganar peso en Cataluña. Miembros del partido que lidera Ada Colau mantienen encuentros con ERC a sabiendas de que, si se desbloquea la investidura de Pedro Sánchez, el siguiente paso será la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña y la formación de un nuevo gobierno en la Generalitat. Los comunes quieren ser los aliados de este futuro Ejecutivo catalán, con el apoyo externo del PSC.
Tanto en Barcelona como en Madrid se ha extendido la idea de que el nuevo escenario político favorece el proyecto político de los comunes. La “nueva pantalla”, dicen en el partido morado, hará ganar espacio y protagonismo a Podemos en Cataluña. De ahí que el partido de Colau se erija en primer aliado de ERC para el gobierno autonómico.
La alcaldesa de la capital, cabe señalarlo, no está interesada en la competición electoral regional. Tampoco cree que su futuro político se limite al Consistorio de Barcelona. “En las reuniones se aburre”, resumen fuentes municipales de la Ciudad Condal, y algunos ya hablan de un “cargo” para ella en Madrid. Aunque esta última opción solo es factible si se trata de algo importante, porque su plan inicial era dar el asalto al partido, tal y como adelantó este diario, convencida de un fracaso histórico de Iglesias que finalmente no se produjo.
En el nuevo escenario, el PSC de Miquel Iceta lleva tiempo empujando hacia un doble encaje madrileño-catalán. Y tiene de momento el visto bueno del PSOE nacional, como ha desvelado Vozpópuli. Dirigentes socialistas han comentado en reuniones con otros de ERC la posible cesión de la Generalitat a cambio del sí a Sánchez. El esquema general es el del tripartido (ERC, PSC y comunes), pero con la novedad ahora de que los comunes intentan robarle protagonismo y convertirse en los aliados del futuro gobierno regional.
? @miqueliceta: 'En democràcia no hi ha altre manera per avançar que el convenciment i les àmplies majories. Això no implica que ningú renunciï a res, però sí a cedir en determinades qüestions per tal de poder avançar'. #federalisme pic.twitter.com/okGjEje9Nl
— Fundació Campalans (@FCampalans) November 16, 2019
Quim Torra está siendo procesado por presunta desobediencia a la Junta Electoral Central. De ser inhabilitado, Pere Aragonés, el vicepresidente de la Generalitat, se hará con la presidencia interina hasta que el Parlament vote otra investidura. Si no se dan los números, se convocarán las elecciones adelantadas en Cataluña.
Investidura y presupuestos
En ese encaje de bolillos, PSC y los comunes pugnan para tocar poder. Aunque a día de hoy lo más probable es que ERC prefiera tener a su lado a los comunes, y gobernar gracias al apoyo externo del PSC. Aunque para que salga la ecuación habrá que ver si Gabriel Rufián dará su 'sí' a la investidura de Sánchez y también en los Presupuestos.
Oficialmente, Podemos hace entender que en la negociación con los nacionalistas la voz contante la lleva el PSOE. La portavoz de los morados, Noelia Vera, dijo el pasado lunes que su partido “respeta” el liderazgo de Sánchez. Es una media verdad, porque si bien es cierto que las reuniones oficiales solo se celebran entre los socialistas (Adriana Lastra) y los portavoces de los nacionalistas, entre bastidores los movimientos son muchos y variados.
El propio Iglesias va comentando a sus máximos dirigentes que el acuerdo con ERC está amarrado. Así lo explicó la pasada semana, y las fuentes de Podemos consultadas insisten en que no ha cambiado nada en los últimos días. En su última intervención en TV3, la portavoz de los Comunes Jéssica Albiach ha afirmado que es necesario hablar de elecciones autonómicas "cuanto antes".
Dos gobiernos y Podemos en ambos
En ERC, el tercer lado del triángulo que contempla Sánchez para mantenerse en La Moncloa, se percibe no obstante tensión. El partido está debatiendo sobre cómo gestionar un pacto con el PSOE que la cúpula de la formación, sobre todo Rufián, desea ardientemente, pero que algunos en Cataluña no ven del todo claro: temen perder más votos (en las generales, ERC sufrió una caída electoral) y caer presa de la pinza entre la CUP y JxCat.
Para justificar el acercamiento al PSOE, ERC ha empezado a hablar de autodeterminación y de mesa de partidos con un relator. Aunque socialistas y miembros de Podemos creen que se trata de una posición dura que se aflojará a medida que se acerque el día de la investidura (la segunda y la tercera semana de diciembre). El gran pacto nacional y regional al que todos miran se juega así en un doble encaje: Gobierno y Generalitat. El primero al PSOE y el segundo a ERC, con Podemos de aliado en ambos Ejecutivos.
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