"Unidas Podemos está más roto". Así explica un dirigente del partido morado la situación que vive la formación seis meses después de la entrada en el Ejecutivo. Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Irene Montero y Yolanda Díaz están protagonizando los primeros enfrentamientos internos, que agitan al partido en un momento agridulce. En Podemos aseguran que Pedro Sánchez quiere remodelar el Gobierno, con una fusión de carteras que podría afectar a los dirigentes la formación morada. El que más peligra es Alberto Garzón, según las fuentes consultadas.
La entrada en el Gobierno amenaza con desmentir una de las frases más famosas de la política contemporánea. "El gobierno desgasta al que no lo tiene", ironizaba el político italiano Giulio Andreotti. La máxima valía para Podemos hasta la irrupción del coronavirus, porque desde el inicio de la crisis los ministros morados han entrado en una confrontación interna que se cruza con los casos judiciales que están agitando al partido y el temor a que Pedro Sánchez quiera activar a partir de septiembre una remodelación del Ejecutivo.
Alberto Garzón, actual ministro de Consumo, contradijo el viernes a Iglesias cuando sostuvo que para los presupuestos valen todos los votos, incluidos los del Partido Popular y Ciudadanos. Iglesias sigue trabajando activamente para que las cuentas de 2021 se aprueben gracias a las formaciones del bloque que hizo posible la investidura. Pero los socialistas quieren tener todas las puertas abiertas, y las declaraciones de Garzón revelan su interés en buscar el acercamiento con el rival de la izquierda.
La "línea propia" de Garzón
Los socialistas confirman la tesis de la remodelación del Gobierno después del verano, como adelantó este diario, y apuntan al interés de mantener a Garzón en el cargo, aunque sea “para desgastar a Podemos”. Iglesias no contaba con Garzón como ministro, pero cedió en los últimos compases de la negociación, aunque la relación entre ambos es muy mejorable.
“Lo están arrinconando”, comentan desde Unidas Podemos para señalar el temor de Garzón de verse desplazado en el caso de una crisis de Gobierno. "Garzón está llevando una línea propia", añaden las fuentes consultadas, que describen la existencia de una herida entre el coordinador federal de Izquierda Unida y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
La política gallega rompió su carnet de IU hace varios meses y su nombre suena en la "guerra de sucesión" con Irene Montero para convertirse en la número dos de Unidas Podemos. Las dos ministras están más alejadas que nunca, y aunque desde el entorno de la ministra de Trabajo niegan tajantemente querer proponerse como número dos de la coalición, lo cierto es que Montero siempre ha mirado de reojo su protagonismo. Algunos ya hablan de filtraciones interesadas para dañarla.
Cambios internos
"Yolanda Díaz, enfrentada a Garzón, y Garzón, enfrentado a Iglesias", explican desde las entrañas de Podemos. “La ministra de Trabajo será la encargada de admitir que no se puede derogar la reforma laboral de Rajoy, la están desgastando por dentro”, añade otro dirigente de Podemos, mientras que ganan fuerzas los rumores (que circulan incluso en el grupo parlamentario de Unidas Podemos) que apuntan a que entre Irene Montero y Pablo Iglesias se estarían teniendo ciertos roces.
En el trasfondo de todas las polémicas se encuentra la modificación de los equilibrios en Podemos. El secretario general del PCE, Enrique Santiago, se ha reforzado en los últimos tiempos. "Pablo se fía cada más de él. Habla con él todos los días, y le escucha mucho en los temas jurídicos. Santiago ha desplazado a figuras como Rafa Mayoral, que está apartado y a quien ahora han obligado a compartir la portavocía con Isa Serra", aseguran en Podemos.
El pasado viernes se celebró en Madrid un encuentro de la Ejecutiva de Podemos con el Consejo de Coordinación Estatal de Podemos. A la sesión participó el propio Santiago, además de la hija de Jorge Verstrynge, Lilith, y miembros de un nuevo organismo interno de coordinación. La presencia de Santiago ha sorprendido a algunos dirigentes de Podemos.
Santiago no forma parte de Podemos, puesto que el PCE sigue formando parte de IU y su presencia revela una "fusión por la vía de los hechos" de Podemos con la formación liderada por Garzón, comentan algunos en el partido.
Temor a otro batacazo en Cataluña
La última pieza de Podemos en el Gobierno es el ministro de Universidades Manuel Castells. El profesor universitario es para algunos el ministro que con más probabilidad caerá si hay una remodelación del Ejecutivo. Aunque en el PSOE matizan: "Castells no es de Podemos, es de Pedro. La relación personal del presidente con Castells es muy fuerte", comentan.
Sea como fuere, la experiencia de Gobierno para Podemos se está revelando más difícil de lo esperado. Con un Sánchez reforzado tras el acuerdo europeo, los morados intentan capear la tormenta como pueden. El próximo gran problema para los morados, además de los presupuestos, serán las elecciones autonómicas en Cataluña.
Los últimos sondeos apuntan a una caída por debajo del 10%, siguiendo la estela del hundimiento en el País Vasco y Galicia. "En ese escenario no hay quien aguante", sostienen miembros del partido morado. Y en el cruce de enfrentamiento interno, sube el miedo a de traiciones de La Moncloa. Es posible que tener el poder desgaste a quien no lo tiene, pero sobrevivir en una coalición durante una pandemia lo complica todo.
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