Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos, lo tuvo claro desde el principio. Si tenía que haber debate, era mejor que Santiago Abascal, el candidato de Vox, estuviera presente en el plató. Por ello Podemos presionó para que el encuentro televisivo se celebrara en uno de los canales de Atresmedia, y no en la televisión pública, donde por razón de protocolo Vox, al no tener representación parlamentaria, no hubiera sido invitada.
La cuestión atañe a la polarización ideológica. Podemos confía en ese debate para intentar dar un vuelco a los malos sondeos. Y la presencia de Abascal era uno de los puntos clave. Sin él, Iglesias hubiera quedado como el político más radical, enfrentado a Albert Rivera (Ciudadanos), Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Casado (PP).
Una posición que hubiera chocado con el planteamiento que los técnicos de Podemos han preparado para la formación morada: éstos plantean por un lado proponer a Podemos como enemigo de las élites, pero por otro lado hacer de la formación morada una víctima del sistema en el marco de las escuchas de los policías guiados por el ex comisario José Manuel Villarejo.
"Queremos a Abascal en el plató"
“Nosotros queremos que Abascal esté en el plató”, explica uno de los dirigentes de Podemos. En su opinión, Iglesias podrá lanzar contra el candidato de Vox todos sus dardos, aunque queda por ver si también entrará en la diana de Podemos el secretario general del PSOE. El partido de Iglesias ha incrementado sus ataques contra Sánchez, tal y como se puede comprobar en los chats para los militantes y afines a Podemos a los que tiene acceso Vozpópuli.
En la sede de Podemos plantean una estrategia a doble banda. ¿Atacará Iglesias a Sánchez, además de enfrentarse a Abascal? Fuentes del PSOE dan por plausible esa táctica, aunque la consideran “equivocada”. El temor en los ambientes socialistas es que el debate televisivo se convierte en un “todos contra Sánchez”, aunque confían en que el candidato socialista sabrá desviar los ataques hacía el “tripartido de las derechas”.
Los dirigentes encuestados de Podemos evitan aclarar si Iglesias atacará a Sánchez en el debate televisado del 23 de abril. Podemos aspira a gobernar con Sánchez después de los comicios, de tal manera que un enfrentamiento calculado (por ejemplo, sobre política social) resulta factible, pero es improbable que la sangre llegue al río.
"Atacaremos a Vox por facha"
“Atacaremos a Vox por facha y al PSOE diciendo que solo gracias a Podemos hay políticas de izquierdas”, explican algunos miembros de Podemos, que no responden a la pregunta de si entre Sánchez e Iglesias se ha llegado a algún acuerdo de mínimos sobre ese debate.
Lo que sí que Podemos tiene claro es que el debate será “un punto de inflexión” en su campaña electoral. Toda la máquina electoral del partido morado está entregada a la repercusión mediática. Otro canal de difusión de su mensaje son las redes sociales, pero en esos más de 15 días que quedan para los comicios la cúpula de Podemos sabe que la televisión jugará un papel relevante. Por ello, han preparado un calendario de campaña centrado en Madrid (para estar más cerca de los medios), dejando en blanco a las provincias periféricas donde se eligen pocos diputados.
En la campaña, la figura de un antihéroe como Abascal puede favorecer a Podemos. Ese es el clavo ardiendo al que se agarra Iglesias, además del de Villarejo, conscientes de que esta vez será de verdad un “todo o nada”: o Podemos entra en el gobierno o su liderazgo y trayectoria será cuestionada. Por ejemplo por regiones que serán ignoradas en la campaña electoral, como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Por aquí, aseguran fuentes de Podemos, llegará la propuesta alternativa a Iglesias e Irene Montero después del voto del 28 de abril.
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