Una vez que Íñigo Errejón sea elegido el próximo mes por las bases de Podemos como candidato para las elecciones autonómicas de 2019, su equipo deberá poner en marcha el proceso de negociación para la confluencia con el resto de actores de la izquierda madrileña.
Los inscritos del partido morado decidieron que su partido abra contactos con las "fuerzas hermanas" para explorar las futuras alianzas electorales. Las siglas moradas deberán estar visibles en la papeleta. La dirección estatal de Podemos y la de Izquierda Unida negocian desde hace meses un posible acuerdo-marco por el que se rija la futura unión; aunque podrá contemplar excepciones en diferentes territorios.
El adelanto del proceso de primarias en Madrid no encajan, sin embargo con el planteamiento que defienden desde IU-Madrid, cuya voluntad pasa por elaborar un programa de manera participada con el resto de actores políticos y sociales y someter a unas primarias conjuntas la candidatura definitiva. Así se expondrá en la coordinadora regional que celebran este martes.
El Partido Comunista de Madrid, integrado en la organización, puso hace dos semanas sus propias condiciones que apuntan en esa misma dirección. No quieren acuerdos por arriba y defienden que el futuro candidato se someta a un nuevo proceso de primarias entre todos los actores. Si no, se plantean tres escenarios entre los que está concurrir en solitario o con las fuerzas "de izquierda netamente rupturistas".
Aunque todo está aún demasiado verde, lo que está claro es que una competición electoral entre ambos actores de izquierdas a nivel autonómico podría perjudicar, por un lado, a los intereses de Podemos, pero también podría dejar fuera de la Asamblea de Vallecas a IU, como ocurrió en 2015.
En la formación de Alberto Garzón no cayeron bien las prisas de su socio morado para situar al frente de la candidatura de Madrid a Errejón. El propio coordinador federal de IU afeó que se empezase por hablar de los candidatos antes del contenido de los programas.
La máxima de Errejón para encabezar la candidatura de Podemos a la Comunidad de Madrid pasaba por gozar de plena autonomía con respecto a la dirección regional de Ramón Espinar para diseñar su campaña y su programa electoral. Aunque casi todas sus demandas han sido satisfechas, deberá negociar con el resto de actores su inclusión en la lista. Y no está claro si su pretensión pasa por reservar determinados puestos o acabar aceptando las primarias conjuntas que le exigen para acudir juntos a las urnas. El número dos de la lista estará ocupado por la actual diputada Tania Sánchez, ex IUCM.
Por su parte, los Anticapitalistas, tercera corriente de Podemos, decidió quedarse fuera del proceso interno que elegirá la futura candidatura. En este sentido, rechazan el pacto de unidad alcanzado entre 'pablistas' y 'errejonistas' y mantienen su voluntad de conseguir "unas primarias de unidad popular, democráticas y con un programa participado".
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