Podemos intenta frenar la protesta en La Rioja amenazando con sanciones por supuestos impagos de cuotas de donaciones. La diputada de La Rioja Sara Carreño desafió a la cúpula del partido presentando una candidatura alternativa a la oficialista en las primarias de junio. Ya entonces el partido morado le pidió 9.000 euros. Luego reculó. Pero ahora ha vuelto a exigir otro pago en el marco de una política que en Podemos califican de "represalia" por la denuncia de la exdiputada de pucherazos en las primarias de junio. En lugar que investigar quién presuntamente ha falseado el voto, Podemos señala a quien lo denuncia.
Entre ordenadores con más de diez votos y audios desvelados por Vozpópuli donde se detalla un sistema dirigido presuntamente a manipular las votaciones, las primarias de Podemos en La Rioja han quedado muy cuestionadas. La polémica empezó antes de la celebración de la votación. Concretamente, cuando Carreño, ahora responsable del Observatorio de los Derechos Humanos en la región, decidió presentarse a las primarias para dirigir el partido en contra de la voluntad de Pablo Iglesias y los suyos.
La dirección nacional no le perdonó el desafío. Días antes de la votación envió varios mensajes a la candidata para que resolviera un supuesto impago de las donaciones. En un primer momento, pidieron más de 11.000 euros. Carreño protestó alegando falta de pruebas y demostrando el pago de dichas donaciones. Entonces el partido reculó: exigió 9.000 euros, y luego casi 5.000. Cada petición recibía la respuesta de Carreño que obligaba al servicio financiero de Podemos a corregir el tiro.
En una carta que desvela este miércoles Vozpópuli se puede leer uno de esos requerimientos de Podemos. “Doña Sara Carreño no ha satisfecho las donaciones que venía realizando como diputada de Podemos recogidas en nuestro código ético y nuestro Reglamento General de Cargos Públicos, desde diciembre de 2018 hasta el cobro de su indemnización por ceses [febrero 2019], siendo la deuda total que mantiene con esta formación de 9.684 euros”.
"Represalia" y "falsedades"
Carreño contestó: “Resulta sorprendente que ayer me requerían 11.852 euros correspondientes a los meses de noviembre, diciembre y enero, y hoy, en cambio, me requieran 9.684 euros por los meses de diciembre, enero, febrero y la indemnización. Cuando ustedes reclaman una cantidad, tienen la obligación de asegurarse de que sea correcta, especialmente cuando establecen represalia para no abonarla”.
La exdiputada se negó a pagar dichas cantidades a principios de junio, cuando faltaban pocos días para las primarias. Calificó de “totalmente falsas” las afirmaciones del partido sobre sus donaciones: “Afirman que no me comunico con ustedes desde diciembre de 2018, y que la última conversación tuvo lugar el 14 de febrero de 2019”. Además, señaló que el partido admitió no haber reclamado esa suma hasta su decisión de competir en las primarias.
Carreño declaró “no reconocer” las cantidades de dinero que el partido le exigía. Aun así, a menos de 48 horas de la celebración de las primarias, decidió, a la cuarta corrección interna del servicio financiero, entregar un pago de más de 4.000 euros con la intención de recurrirlo más adelante. Mientras tanto, pudo participar en las primarias, que perdió por tan solo 17 votos contra la candidata oficialista. Nada más conocerse el resultado, explotó el caso del supuesto amaño.
Ahora, las tres candidaturas perdedoras han decidido amotinarse y declarar por la vía de los hechos a Carreño como secretaria general de Podemos La Rioja. Tras esa maniobra, la dirección nacional ha vuelto al ataque. Exige otra vez a Carreño más de 9.000 euros por el supuesto impago de las donaciones. Y eso que esa cifra fue descartada por incorrecta días antes de las primarias.
Tensión en el partido
Lo ocurrido en La Rioja está generando mucha tensión de Podemos. Para algunos es la prueba definitiva del método “autoritario” impuesto por la dirección tras la salida de Íñigo Errejón y la defenestración de una decena de líderes autonómicos. Desde La Rioja, hasta la Comunidad Valenciana y Cataluña circula un profundo malestar por la gestión de la política interna de Podemos. Aunque Iglesias se ha fortalecido con la vicepresidencia social, en la formación late una tensión creciente. Y el caso de Carreño puede empujar a varios sectores a exigir un profundo debate interno.
Es posible que pronto el asunto de las irregularidades en las primarias llegue a los tribunales. En los territorios se amaga con denuncias contra la dirección nacional. Los argumentos no son baladí: manipulación e irregularidades en las votaciones internas para favorecer a los candidatos oficialistas.
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