Política

El PP cierra filas con Feijóo pero le alerta de que Pedro Sánchez se dispone a engañarle otra vez con el CGPJ

Génova guarda bajo llave su posición en la mesa de negociación mientras Ayuso, reacia, intensifica su beligerancia contra el Gobierno. "No podemos fallar", dijo este miércoles

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ocupa pensativo su escaño en el Congreso, este miércoles. Mariscal | EFE

El órdago lanzado por Pedro Sánchez para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha tensado una cuerda ya de por sí deshilachada entre PP y PSOE, incapaces de llegar a un acuerdo cinco años y medio después de que caducara el mandato del órgano de gobierno de los jueces. Pero también ha tenido un efecto bumerán. Y no necesariamente ligado a la acometida del presidente del Gobierno. ¿El motivo? Sin elecciones a la vista y apremiado por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, Alberto Núñez Feijóo ha detectado una suerte de ahora o nunca para desactivar la patata caliente de mayor envergadura de todas.

"Lo vamos a intentar. Si no quiere romperlo como lo rompió la otra vez... Lo vamos a intentar", dijo el líder del PP en los pasillos del Congreso de los Diputados este miércoles, instantes antes de enfrentarse a Sánchez en un nuevo cara a cara durante la sesión de control al Gobierno. Una frase que evidencia el viraje del PP hacia tesis más posibilistas. Un escenario donde la existencia de una negociación, a tumba abierta ahora, ya no es ningún tabú. "No vamos a revelar nuestra posición negociadora", dicen desde el entorno de Feijóo. "Si estamos negociando, sería muy torpe contar a qué estamos dispuestos", se sinceró el portavoz nacional, Borja Sémper, el pasado lunes. "Feijóo siempre ha dicho que habrá acuerdo si el pacto dota de independencia a los jueces", asegura un miembro del comité de dirección.

Como ha podido saber Vozpópuli de fuentes próximas a la negociación, si bien siempre con la fragilidad del diamante, capaz de estallar en cualquier momento como ha ocurrido en dos ocasiones, el acuerdo ha alcanzado un punto de ebullición. Pasó a principios de 2020 en una negociación amarrada por el entonces secretario general de los populares, Teodoro García Egea, y el entonces secretario general de Presidencia, Félix Bolaños; tumbada a última hora, recuerdan fuentes de la anterior dirección nacional del PP, personalmente por Pablo Casado. Y sucedió en octubre de 2022 tras una negociación pilotada por Bolaños y Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional popular, que dio al traste tras la rebaja del delito de sedición.

En esta ocasión, son varios los escollos, pero sobre todo uno: la renuencia de Isabel Díaz Ayuso, la llamada ala dura del PP y los votantes. "Cada vez que hay una opción de que podamos entendernos, aparecen sus jefes", le lanzó este miércoles Sánchez a Feijóo, ácido, pero dibujando un obstáculo que Moncloa considera cierto. "Aznar, Abascal y Ayuso le dicen que ni se le ocurra", ahondó Sánchez por ese flanco, caricaturizando la situación. "Lo haremos con o sin ustedes", amenazó.

Ayuso: "No podemos fallar"

Menos de cinco horas después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, durante el balance del primer año de legislatura, volvió a dejar clara su postura y reconoció que así la ha "trasladado" tanto "en los órganos internos" del partido como al propio Feijóo. "Esta renovación, tal y como la plantean, sería la estocada final para la separación de poderes y contra el Poder Judicial", aseveró Ayuso en un discurso de alto voltaje contra el presidente del Gobierno, cuyo eje conceptual fue que el "sanchismo es chavismo".

Lo cierto es que, hasta ahora, la presidenta madrileña, como ha hecho todo el partido, ha cerrado filas con la postura del líder del PP tras el ultimátum de Sánchez. Sin embargo, el aperturismo mostrado por la cúpula de la formación en los últimos días ha cambiado el paradigma. El mantra que-los-jueces-elijan-a-los-jueces ha desaparecido del discurso de Génova como las reglas en Rebelión en la Granja. PSOE y PP estudian una fórmula que, prevista en los preacuerdos de 2020 y 2022, haga que los nuevos vocales –ya pactados– acuerden en seis meses un nuevo sistema de elección que, entonces sí, incremente la independencia en el método de elección del CGPJ.

Una alternativa que no gusta a la presidenta madrileña. "Primero hay que cambiar el modelo de elección, que es un mandato europeo y es lo que el PP lleva tiempo pidiendo e incluye en su programa", insistían fuentes de Sol en conversación con Vozpópuli la semana pasada. "Sigo pensando que la renovación del CGPJ, si no se hace cambiando el sistema de elección de sus miembros, va a ser un auténtico desastre como ha pasado con el Constitucional", confirmó este miércoles Ayuso que su marco sigue siendo el mismo.

La baronesa madrileña, un filón de votos para el principal partido de la oposición, su jugador franquicia, eso sí, rompió una lanza pública por Feijóo. "Sé que el presidente es el primero que está involucrado en que se despolitice este sistema de nombramientos antes de pasar a lo siguiente", expresó Ayuso sobre uno de los principales puntos de fricción entre ambos partidos. La presidenta de la Comunidad de Madrid alertó a Feijóo de que "no dejan de engañarnos a todos desde La Moncloa" y dotó de una importancia máxima al resultado. "No podemos fallar. Nos va la democracia en ello", elevó la presión sobre la planta séptima de Génova.

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