Los pactos avanzan en Madrid sin apenas contratiempos. La última pieza en sumarse al tablero es la de Ángel Garrido, último presidente de la Comunidad con el PP y que aspira ahora a presidir la Asamblea con Ciudadanos. Garrido salió muy mal del partido en el que militó durante dos décadas. Figuraba en el puesto número cuatro en la lista a las europeas cuando anunció que se pasaba a Ciudadanos. "Una traición digna de un bellaco", dijeron en Génova.
No hay propuesta oficial sobre el asunto, aseguran los negociadores del PP en Madrid. Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, jefes de filas de una y otra formación, mantienen conversaciones en privado con avances razonables. Se entienden bien, dicen en la primera planta de Génova, sede de los populares madrileños. Este martes se vota la composición de la Mesa del parlamento regional. El partido naranja demanda una fórmula 'a la andaluza', es decir, hacerse con la presidencia de la Asamblea para facilitar luego la designación de Ayuso al frente del Ejecutivo autonómico.
Posición de Vox
No hay reparos, salvo los que pueda interponer Vox, que mantiene sus exigencias de ser escuchados. El partido de Abascal, con todo, es consciente de que no puede convertirse en la pieza clave que permita a Ángel Gabilondo acceder a la presidencia de Madrid y a Carmena seguir en la alcaldía. Todo se andará, dicen los negociadores. Vox también cree que tiene derecho a un puesto en el nuevo gobierno ya que consiguió catorce escaños el 26-M.
Paso a paso, dicen. Los primero será la formación de la Mesa y ahí aparece la figura de Garrido. Ciudadanos no lo ha propuesto formalmente pero "lo hará bien", en palabras de Aguado. García Egea, secretario general del PP argumenta que no pondrá obstáculo alguno a esta decisión. Garrido, que fue 'número dos' de Cristina Cifuentes, conoce a la perfección la sala de máquinas de la Comunidad.
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