El Partido Popular apoya a quienes retiran los lazos de las calles catalanas, con grave riesgo para su integridad física, mental y hasta para su empleo. Cede a Ciudadanos la primera línea de la lucha contra los plásticos amarillos a golpe de tijeras, de noche y embozados y opta por una solución de largo recorrido. La herramienta legal para sus fines será la modificación de la Ley 38/1981 que regula el uso de la bandera de España y otros símbolos y banderas en la vía pública. En especial, aquellos elementos de carácter político que se adueñan de espacios en los que se debe respetar la neutralidad.
Lo anunció Pablo Casado en su mitin en Málaga, este fin de semana. Ahora se convertirá en una iniciativa parlamentaria que Dolors Montserrat, portavoz de la bancada popular, presentará este martes en el Congreso. La 'guerra de los lazos amarillos' ha subido de tono conforme los equipos de limpieza se han desplegado por toda Cataluña. El ataque a una madre de familia que paseaba con sus tres hijos pequeños por un parque de Barcelona ha desatado cierta inquietud en el bloque secesionista. Tanto Carles Puigdemont como dirigentes de ERC hicieron un llamamiento a evitar choques en las calles. "Si quieren retirar lazos, que los retiren", dijo el diputado republicano Joan Tardà.
Casado volvió a reprocharle a Pedro Sánchez su pasividad ante el deterioro de la situación en Cataluña y se ofreció a respaldarle en el caso de que considere necesario poner de nuevo en marcha el artículo 155. El líder del PP también se mostró contrario a la sugerencia lanzada por el presidente del Gobierno de que 'la salida final deben ser las urnas". Es decir, convocar un referéndum para potenciar el autogobierno en la región, ignorando al parecer la sentencia del Constitucional que tumbó doce artículos del anterior Estatut.
Enfrentamientos graves
En el PP consideran que una ley que regule la presencia de elementos políticos en las calles evitará situaciones límite y, al tiempo, solucionará este asunto para el futuro. No se fían que de las autoridades separatistas, es decir, alcaldes y responsables de la Generalitat, vayan a hacer caso a lo que dicte esta ley, pero se las verán entonces con los tribunales. Cabe pensar que el PSOE no va a secundar esta iniciativa parlamentaria, pero también Casado conseguirá que Sánchez se 'retrate' en esta cuestión que desborda los espacios públicos catalanes. Entramos en el 'otoño caliente' que promueven Torra y Puigdemont y es necesario evitar situaciones de enfrentamiento grave, se piensa en Génova.
Albert Rivera no comulga tampoco con esta actitud que consideran 'tibia'. Varios lideres de Ciudadanos, con él mismo a la cabeza, se fotografiaron en las calles de una localidad de la costa retirando lazos entre los aplausos y los insultos de los vecinos. Presentaron luego un informe sobre la invasión de zonas públicas al defensor del Pueblo, que este lunes instaba a la Generalitat a que los retire de los edificios oficiales. El Gobierno catalán no ha movido un dedo en este sentido, pero desde el partido naranja se han mostrado muy satisfechos.
El PP, sin embargo, considera que el camino más firme es a través de los tribunales, de ahí la modificación que pretenden de la mencionada ley. Un sendero algo más lento y de final incierto pero que permite al partido de Casado no desaparecer de la escena política en este asunto que ha acaparado la atención informativa durante los meses de verano.
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