Tranquilidad en La Moncloa y en el PP en relación a las crisis "cíclicas" con Ciudadanos porque, creen, Albert Rivera no va a romper la baraja. "No puede" sin riesgo de ser acusado de desestabilizar al Gobierno de España y al país, aseguran diversas fuentes a Vozpópuli.
Eso sí, cada cierto tiempo tiene que "gesticular", añaden, para hacerse notar y eso le lleva un día de esta semana a levantarse de la mesa de negociación del objetivo de déficit hasta que no haya una rebaja del IRPF en firme, y al día siguiente, a distanciarse de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, para aparecer como "campeones de la regeneración".
"Puro teatro", en definitiva, dicen las fuentes consultadas parafraseando la letra de La Lupe, porque Ciudadanos no tiene alternativa a lo que está haciendo; no va a echar por la borda el capital institucional acumulado en estos dos años forzando un adelantamiento de las elecciones generales que podría salirle mal si el PP logra aumentar sus actuales 137 escaños a costa de votos al partido naranja.
De hecho, las fuentes consultadas resaltan el detalle de que Rivera acudió a la llamada de Rajoy para almorzar en La Moncloa el pasado martes, tras descartar una entente con el nuevo PSOE, porque "tiene claro que él no puede aparecer de la mano de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias"; la mitad de sus votantes en los pasados comicios se irían al PP o a la abstención.
La tensión entre Cifuentes y el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, socios de investidura, incluso ha puesto en circulación el rumor de un adelanto electoral para 2018. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Según fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli, solo el sector más conservador de los populares madrileños ha barajado esta posibilidad y se la ha llegado a plantear a la propia presidenta regional.
No obstante, Ciudadanos no piensa bajar el listón en demostrar que Cifuentes no es una recién llegada al PP y solicitará su comparecencia en la Comisión de investigación del Canal de Isabel II a la vuelta del verano. Precisamente, una de las actuaciones de C's que más ha enojado a la presidenta madrileña en las últimas semanas fue el duro interrogatorio, despectivo, a juicio de los populares, al que le sometió el diputado naranja César Zafra en la comisión de investigación de la Corrupción en la Cámara de Vallecas.
Aguado se hace notar
A esta situación se unen los movimientos de Aguado, apuntan las mismas fuentes, para forjarse una imagen de candidato sólido, de azote de corrupción, y poder deshacerse de las críticas de "muleta" de Cifuentes que recibe de otras fuerzas de la oposición. De momento, y aunque cuenta con el apoyo de Albert Rivera, todavía no ha recibido el respaldo de la dirección del partido naranja para repetir como cabeza de lista en las autonómicas de 2019.
A diferencia de lo ocurrido con su portavoz municipal, Begoña Villacís, en el Ayuntamiento de Madrid. Mientras la formación centrista ya se ha encargado de ir promocionando a Villacís, en el caso de Aguado fue él mismo, sin embargo, quien se organizó su última campaña de imagen en el Metro de Madrid.
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