Política

El PP se debate entre el "poli bueno, poli malo" de Bolaños y Sánchez para renovar el CGPJ: "Puede reventar el pacto"

Mientras en la negociación entre Pons y Bolaños ha regido un "principio de confianza", en Génova hasta dudan que el presidente del Gobierno quiera materializar un pacto

Alberto Núñez Feijóo tiene dudas. Suya es la última palabra para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cinco años y medio después de que su mandato caducara. Pero no se decide a materializarlo. Le acecha el vértigo de no poder dar marcha atrás una vez rubricado el acuerdo. Tras un pacto que saltó por los aires in extremis en octubre de 2022, tres reuniones arbitradas por la Comisión Europea y meses de intensa negociación entre el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, y el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, el texto del acuerdo está prácticamente rematado. Ahora, la situación es la de una guerra de posiciones entre PSOE y PP donde ambas formaciones se conminan a dar el paso definitivo.

Pero se trata de ejecutar un movimiento de máxima importancia política. Y el temor a generar cierto sentimiento de culpa colectiva en el caso de que Pedro Sánchez desvirtúe lo acordado, como pasó con el Tribunal Constitucional hace dos años, frena el ademán. En Génova reconocen que existe con Bolaños "un principio de confianza que con Sánchez no hay", e insisten en que los recelos hacia el líder socialista son mayúsculos. "El presidente del Gobierno no está haciendo la comunicación de un pacto", estiman desde el entorno de Feijóo en conversación con Vozpópuli.

Lo hacen un día después de que el presidente del Gobierno mantuviera su ultimátum de renovar unilateralmente el CGPJ si el PP no rubricaba el acuerdo antes de que terminara junio. "Lo haremos con o sin ustedes", amenazó Sánchez a Feijóo durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Y eso que el líder de la oposición había mostrado a los medios de comunicación como nunca su predisposición. "Lo vamos a intentar. Si no quiere romperlo como lo rompió la otra vez... Lo vamos a intentar", dijo antes de entrar al hemiciclo.

Porque, a juicio del PP, es Sánchez y no Feijóo quien "puede reventar el pacto". "No sabes si están jugando al poli bueno, poli malo", ilustran el contraste entre el comportamiento de Bolaños en la mesa de negociación y Sánchez cada vez que tiene tribuna. "Ya quisiera el Gobierno el relato de que el PP se niega a negociar, tener el marco de que el PP bloquea", asoman el cambio de estrategia del PP, más aperturista tras el órdago del presidente del Gobierno, si bien firme en su posición de ahondar en la independencia del Poder Judicial como condición sine qua non.

En Génova, eso sí, no muestran sus cartas, hasta dónde están dispuestos a ceder o no en la negociación. "Si estamos negociando, sería muy torpe contar a qué estamos dispuestos", se sinceró el portavoz nacional, Borja Sémper, el pasado lunes. "No vamos a revelar nuestra posición negociadora", insisten el entorno de Feijóo. "Feijóo siempre ha dicho que habrá acuerdo si el pacto dota de independencia a los jueces", asegura un miembro del comité de dirección. "Si el acuerdo no va en la línea de quitarle control político al Gobierno, no habrá acuerdo. Negociar no es imponer, es ceder, y Sánchez es bueno cediendo", subrayan en Génova los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el independentismo catalán.

"Ojo avizor con Sánchez"

En el entorno de Feijóo, además, no niegan que el pasado lunes, durante la reunión de los 27 líderes del Partido Popular Europeo (PPE) previa a la reunión de los primeros ministros de la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, invitara a Feijóo a dar el paso. Previsto para el 3 de julio el informe comunitario sobre el Estado de Derecho en el que España será amonestada, la presidenta de la Comisión Europea ha postergado su emisión, al menos, hasta el próximo 15 de julio en el que revalidará su puesto.

No obstante, fuentes del Parlamento Europeo aseguran en conversación con este periódico que "Von der Leyen está ojo avizor con Sánchez" y que muchos de los movimientos del Gobierno "han puesto sobre aviso" a la alemana, una política "discreta", pero "implacable" en su "defensa del Estado de Derecho". "Fue [Didiers] Reynders [excomisario europeo de Justicia] quien recordó que se medirá a España con el mismo criterio con el que se ha medido a Hungría o a Polonia", citan a dos países que obligaron a la Comisión Europea a actuar. "Sánchez está con 25 lupas"

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