La presidenta de Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) y diputada del PP, Carmen Quintanilla, defendió el papel que tienen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para frenar la despoblación rural y la fuga de talento, especialmente femenino.
Como cada año, Quintanilla viajó a Naciones Unidas para participar en la 62ª Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que este año está centrada en el papel de la mujer rural.
Quintanilla alertó de la "fuga de cerebros" que sufre el campo, que en el entorno rural afecta especialmente a las mujeres, ya que su porcentaje con estudios universitarios (20,7 %) duplica al de los hombres (10,7 %).
"No habrá futuro en el mundo rural si no se mejora la situación laboral de las mujeres, se potencian sus opciones educativas y culturales, y se les facilita el acceso a las nuevas tecnologías", declaró.
La diputada dijo que las TIC ofrecen infinitas oportunidades a las mujeres del campo, ya que les permite "ponerse en contacto con empresas y agentes de cualquier país del mundo sin abandonar su municipio".
Según una encuesta de la Comisión Europea, las mujeres representan un 30 % de las personas que trabajan en el sector de las TIC, y sólo un 19,2 % de los profesionales tiene como jefe a una mujer.
Quintanilla señaló tres factores que impiden la participación de la mujer rural en el sector de las TIC: la conciliación familiar, la ausencia de modelos femeninos en puestos de dirección y los estereotipos, ya que el 30 % de la sociedad rural aún piensa que la mujer debe abandonar su puesto de trabajo cuando tiene un hijo.
La diputada dijo que España era un "ejemplo a nivel legislativo en medidas destinadas a promover el emprendimiento de las mujeres rurales" e hizo bandera del Plan para la Promoción de las Mujeres del Medio Rural (2015-2018) del gobierno español.
El plan, que agrupa seis ministerios y cuenta con 23 millones de euros de presupuesto, contempla medidas como el asesoramiento a emprendedoras, la promoción de mujeres en órganos de decisión y la creación de nuevos empleos en el sector agrícola y ganadero.
"Pedimos a los diferentes gobiernos que formen a las mujeres en las nuevas tecnologías y faciliten su acceso a las TIC, haciendo especial hincapié en las mujeres rurales, un colectivo especialmente vulnerable", concluyó la presidenta de Afammer.