Como el resto de líderes autonómicos presentes el pasado martes en el Comité Ejecutivo Nacional celebrado en Génova, Javier de Andrés tomó la palabra al término del discurso público de Alberto Núñez Feijóo. El líder de los populares vascos fue de los últimos en hablar ya con la persiana echada. Y, como el resto de sus homólogos, si bien 13 de ellos al frente de sus respectivos gobiernos regionales, felicitó al presidente de su partido y a los responsables de la campaña europea –con Esteban González Pons y Carmen Fúnez a la cabeza– del resultado cosechado el 9-J y aportó una breve lectura de la situación.
Pero no fue lo único que dijo el portavoz del PP en el Parlamento Vasco. Como ha sabido Vozpópuli de fuentes presenciales, De Andrés quiso subrayar ante la plana mayor de su partido que "el PNV está en la órbita de Sánchez y del PSOE" y que se olvide quien así lo crea que sus cinco diputados en el Congreso serían sumables a una hipotética moción de censura. Incluso después de haber quedado terceros en las elecciones europeas, un resultado que ilustra a la perfección la situación que atraviesan los nacionalistas vascos pese a que Imanol Pradales esté a punto de revalidar otros cuatro años la hegemonía de la formación sobre Ajuria Enea.
Horas antes, el lunes por la noche, PNV y PSE anunciaron un preacuerdo programático para revalidar otra legislatura más el gobierno autonómico de coalición. "Si no fue posible para Rajoy cuando no había candidato del PSOE, ahora más todavía", continúan fuentes del PP vasco. Un parecer que no cambió 48 horas después, cuando el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, mostró su recelo al ultimátum dado por Pedro Sánchez para renovar unilateralmente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)
Fuentes de Génova consideran la posición peneuvista como puramente anecdótica, descartando, en la misma línea que De Andrés, que sean atraíbles por Feijóo hacia la otra trinchera. "Aitor Esteban se ha hecho un Page", esbozan sobre el presidente de Castilla-La Mancha, el barón autonómico que dota a Sánchez de un ápice de oposición interna inmejorable en términos estratégicos. "Es como Page", saluda la comparación un diputado popular con peso en la bancada.
"Cambiar las mayorías cualificadas es muy complicado porque también está bajo la lupa la Comisión Europea", expresó Aitor Esteban en una entrevista en Radio Euskadi pocas horas después del órdago lanzado por el presidente del Gobierno. El diputado jeltzale defendió en el "consenso" necesario (con el PP) para ejecutar la renovación "porque la mayoría absoluta de un futuro Ejecutivo podría cambiar el CGPJ de arriba abajo".
Es decir, que la intención del presidente del Gobierno de rebajar los números necesarios para renovar a ocho de los 20 magistrados del órgano de gobierno de los jueces –cuatro el Congreso y cuatro el Senado, caducado su mandato desde hace cinco años y medio– de los tres tercios a la mayoría absoluta "sería pan para hoy y hambre para mañana". O lo que es lo mismo: que no cuenten, en principio, con los nacionalistas vascos para emprender dicha reforma.
PP/PNV, una "relación normal"
Cabe destacar que no es la primera vez que Aitor Esteban, emisario en jefe del Euzkadi Buru Baztar en Madrid, ha expuesto esa misma posición. Sin ir más lejos, el pasado 6 de mayo, en otra entrevista radiofónica a Euskadi Irratia, defendió que "es conveniente que haya mayorías amplias y plurales para elegir a ese órgano". Eso sí, apuntó a que el "problema" es "el comportamiento de algunos partidos, como el PP, que una y otra vez retrasa la elección de ese órganos si no le conviene".
Como publicó este periódico este sábado, fuentes del PNV admiten que la intención del partido tras el tibio resultado de las últimas elecciones vascas del 21 de abril y las europeas del 9-J es marcar "perfil propio" para intentar frenar la efervescencia electoral de EH Bildu, imparable desde la moción de censura a Mariano Rajoy en junio de 2018 y el paulatino proceso de blanqueamiento electoral emprendido por el PSOE. "Nosotros no vamos a participar en esa moción de censura de la que habla Feijóo, pero tampoco vamos a hacer seguidismo a Sánchez", añadían las fuentes jeltzales consultadas.
Desde el entorno del líder del PP aseguran que "la relación con el PNV no es mala, sino normal", si bien describen a una formación que, antaño comanditaria, sobre todo en la primera legislatura de José María Aznar (1996-2000); ahora estaría desnortada. "El PNV está en una fase de entreguismo absoluto al PSOE, y la traslación de votos a Sánchez es evidente. El partido del lehendakari ha quedado tercero en el País Vasco. El PNV tiene un problema, y es que, seguramente, Bildu llegará a gobernar con apoyo del PSOE", prevén las fuentes consultadas. El PP, eso sí, intensificará sus contactos a partir de ahora con el PNV para intentar sumar en el Congreso. ¿El objetivo? Demostrar que se puede legislar desde la oposición para erigirse como alternativa de Gobierno y erosionar parlamentariamente a Sánchez.
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