Pablo Casado confirmó este domingo la vuelta definitiva del PP al centro político y al marianismo con la elección de la que fuera ex presidenta del Congreso y mano derecha de Rajoy, Ana Pastor, como la número dos de su lista al Congreso por Madrid, donde los populares esperan pasar de los actuales 7 escaños a 8 o 9.
Pero, sobre todo, recupera pesos pesados del parlamentarismo, como la ex mininistra Elvira Rodríguez y Gabriel Elorriaga, con el indisimulado objetivo de reforzar un Grupo Popular que el 28 de abril quedó diezmado: 66 diputados y la inmensa mayoría sin experiencia, algo que le ha obligado a hacer encaje de bolillos a la hora de designar portavocías en esta legislatura fallida.
Con las encuestas muy a favor, el presidente del PP ha decidido meter a Pastor en la lista que él encabeza -el 28-A ella concurrió como número uno por Pontevedra-, para lo cual se ha visto obligado a retrasar a su amigo Adolfo Suárez Illana del dos al tres dentro de una candidatura por Madrid que incluye a la ex ministra de Agricultura Isabel Tejerina como número cuatro.
La cinco será Elvira Rodríguez, ex ministra y ex presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); seis Edurne Uriarte, -baja tres puestos respecto al 28-A-, y Gabriel Elorriaga, recientemente nombrado por Casado coordinador de la asesoría parlamentaria del Grupo Popular en la Cámara Baja.
Rosa Díez, fuera
Quien no va a estar definitivamente en la candidatura madrileña, después de semanas de informaciones al respecto, es la ex presidenta de UPyD y ex dirigente socialista Rosa Díez, a quien Casado atrajo al proyecto de España Suma sin descartar una ulterior integración en las listas populares a través de esa plataforma. En la medida en que no ha cuajado la oferta a Ciudadanos y Vox, la idea de la vuelta de Díez a la Cámara Baja, que ella confiesa "echar en falta", se había ido diluyendo.
Y en Cataluña, a la número uno por Barcelona, la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, le siguen la que fuera delegada del Gobierno con Rajoy, María de los Llanos de Luna y Manuel Reyes, ex alcalde de Castelldefels.
Fuera de las dos circunscripciones más potentes, donde la legitimidad de Casado para confeccionar unas candidatura a su medida es indiscutida, parece que las cosas no le están resultado tan fáciles al presidente del PP.
Tensiones en las dos Castillas obligan a Casado a retrasar los 52 Comités electorales provinciales y el nacional del PP hasta esta mañana
De hecho, se ha visto obligado a retrasar hasta este lunes el cierre por parte del Comité Electoral Nacional de las candidaturas al Congreso y al Senado, previsto para el domingo, por las tensiones vividas en territorios como Castilla y Leon, y Castilla-La Mancha. Una orden desde la sede de Génova canceló a media tarde los 52 comités electorales provinciales y retrasó el nacional hasta esta tarde de lunes, horas antes de que, a medianoche del martes, se cumpla el plazo para presentar los nombres ante la Junta Electoral.
En Castilla y León, todavía estar por confirmar esta mañana la posible vuelta del ex vicesecretario de Organización Fernando Martínez Maillo, ahora en el Senado, como numero uno al Congreso por Zamora; una decisión personal de Casado que obligaría a desplazar al dos a la actual cabeza de lista, Isabel Blanco.
El presidente del PP regional y de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco,en la organización provincial se da algún reparo.
Y, en Castilla-La Mancha, el desplazamiento de la lista por Toledo de Vicente Tirado, hombre fuerte durante la etapa de María Dolores de Cospedal, y de Carmen Riolobos, también está generando tensiones. Los nombres que se barajan son los del alcalde de Talavera, Santiago Serrano, y la portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital, Claudia Alonso, para sustituir a ambos en la candidatura a la Cámara Baja.
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