El PP no se baja del carro de la que es una de sus grandes apuestas para este curso político: su Ley de Conciliación y Corresponsabilidad Familiar, que registrará este mismo martes en el Congreso de los Diputados. Pese a las reticencias iniciales mostradas por patronal y sindicatos, por exceso y por defecto de las propuestas, respectivamente, los populares defienden con ahínco la solución a una problemática que ya elevan a "desafío de país". O lo que es lo mismo, algo transversal ideológicamente aunque se aleje del eje clásico del centroderecha político. Cabe recordar que, hasta ahora, comprimir en cuatro días el trabajo semanal sólo lo había puesto encima de la mesa Sumar.
"La conciliación no es una cuestión ideológica, es algo que los ciudadanos necesitan y debe dársele una solución", ha defendido este lunes la vicesecretaria de Igualdad y Conciliación del PP, Ana Alós, la encargada por Alberto Núñez Feijóo para pilotar el paquete de medidas. Una vez preguntada por los contactos entre Feijóo y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, pendientes aún de una reunión para abordar las medidas presentadas por el PP, Alós ha defendido que los populares no buscan "la imposición" y están "abiertos al debate y al diálogo".
Para la vicesecretaria popular, la ley que presentará el PP es "la más ambiciosa de la democracia" y "fruto del trabajo realizado durante meses" junto a "asociaciones del sector". ¿El motivo? Una batería de medidas –en el PP han comprimido la ley en 10 "banderas" que enarbolarán– que abarca desde la gratuidad de las escuelas infantiles entre los cero y los tres años, la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad hasta las 20 semanas o un plan de ayudas para facilitar la reincorporación laboral de las mujeres que haya abandonado el trabajo tras solicitar una excedencia por cuidados hasta la creación de un "banco de horas" y mejoras en el reconocimiento de las familias numerosas.
Alós, en busca del favor de la patronal, ha defendido que dichas medidas "no tienen que ser una carga para las empresas", puesto que el fin último es abordar el "reto demográfico" que afronta España. Es decir, considerar "nuestra tasa de natalidad" un "desafío de país". Según habría asumido el PP tras su carrusel de reuniones con el conjunto de los actores sociales, "las familias españolas no tienen todos los hijos" que querrían. Y uno de los motivos principales sería, precisamente, lo difícil de conciliar trabajo y cuidados de los niños.
La vicesecretaria popular, además, ha hecho un guiño a las generaciones más jóvenes, habida cuenta de que el PP busca con esta ley atraer a ese nicho de votantes. "Los que venimos de generaciones anteriores tenemos muy interiorizado el vivir para trabajar, haciendo del trabajo el centro de nuestra vida; sin embargo, las nuevas generaciones valoran cada vez más el tiempo y han cambiado la filosofía, planteando el trabajar para vivir", ha contrapuesto.
Premio Nacional de Conciliación
Como novedad en una ley que el PP ha ido desgranando por goteo desde hace dos semanas, Alós, que ha comparecido en Génova junto al portavoz nacional de los populares, Borja Sémper, ha anunciado que también propondrán la creación de un Premio Nacional de Conciliación a aquellas empresas que sean pioneras en esta cultura empresarial que los populares pretender impulsar. Y no sólo eso: el PP también planteará "una valoración añadida" en las licitaciones públicas para aquellas empresas que más ahonden en la conciliación de sus trabajadores.
"Esta ley no va contra nadie, esta ley es para todos, y no debe ser una carga, sino debemos distribuirla entre todos", ha defendido Alós, para quien la aplicación de las medidas será una responsabilidad compartida entre "las empresas, los trabajadores y la Administración".
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