Divide y vencerás. Ésa es la estrategia del PP en el Congreso de los Diputados ante la debilidad parlamentaria del Gobierno de coalición, a su vez, ya dividido. Si bien con varias dosis menos de épica y nula epopeya, el mantra empleado por Julio César y Napoleón es el que busca ahora el principal partido de la oposición para llegar a acuerdos puntuales con esos socios parlamentarios de Pedro Sánchez, a priori, más afines ideológicamente. Al menos, en cuestiones económicas. Y esos son Junts y el PNV. Descartado el segundo en la Ley del Suelo, el caballo de Troya hallado por Génova, dado que los jeltzales registraron el pasado viernes junto al PSOE su propia propuesta; el PP no descarta emprender negociaciones con el partido de Carles Puigdemont para sacar una reforma que "necesariamente" –y esta es una diferencia de calado– deberá ir acompañada de un marco renovado para la Ley de Vivienda.
"Estamos abiertos a negociar en el seno de la comisión, donde se debaten las proposiciones de ley que presentan los distintos grupos parlamentarios", respondió este lunes Paloma Martín, exconsejera de Vivienda (2019-2023) con Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, senadora y vicesecretaria de Desarrollo Sostenible del PP desde el pasado noviembre. "Allí abriremos un diálogo permanente con todos, pero tenemos muy claro que la Ley del Suelo debe ir necesariamente acompañada de la reforma de la Ley de Vivienda", reiteró, como en las últimas semanas, la encargada por Alberto Núñez Feijóo para pilotar un asunto que trae de cabeza a Moncloa.
¿La oferta del PP? Desenconar la situación sacando adelante una reforma, su reforma, y no la que PSOE y PNV registraron en comandita hace cuatro días. O lo que es lo mismo: empujar al Gobierno hacia su texto si quieren solucionar el entuerto y anotarse una victoria parlamentaria. "Podemos legislar en la oposición", apuntaban desde el entorno del líder del PP en conversación con Vozpópuli hace sólo una semana.
Apelaban a su inmenso poder municipal y autonómico –fue el alma de la Declaración de Córdoba aprobada en marzo– y a la posibilidad de ser decisivos en el Parlamento con acuerdos puntuales reformas como esta. En cualquier caso, insisten en la dirección nacional del PP, nunca serán el "salvavidas" de Sánchez ante una ley donde tiene prácticamente imposible aunar sensibilidades tan dispares como las de Podemos, Sumar, PNV, ERC, Junts y PNV con un mismo mejunje legal. La líder morada, Ione Belarra, llegó a decir que la reforma consagraba el "pelotazo urbanístico".
Y es que la reforma de la Ley del Suelo, apremiada por multitud de sectores, ha desembocado en una guerra parlamentaria de futuro incierto. Como confirmó Martín y adelantó el partido hace dos semanas, el PP llevará en septiembre su propuesta al Senado –donde tiene mayoría absoluta– antes de que llegue al Congreso. Los populares abogan por, entre otras cuestiones, eliminar el tope al alquiler y endurecer la "impunidad" de la okupación. Martín, además, se lamentó de que el Gobierno no se haya puesto en contacto con el principal partido de la oposición y dibujó una propuesta, la del PSOE y PNV, plagada de "errores" y "coja".
El "no me busque" de Feijóo
"El Gobierno vuelve a repetir los mismos errores", perseveró Martín sobre iniciativa que llega 15 días después del anuncio del PP y sin haber desplegado una agenda de reuniones con las partes implicadas. Cosa distinta que Martín, cuya agenda política está monopolizada por esta cuestión y ya se ha mantenido una treintena de reuniones entre comunidades autónómas, Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y asociaciones de promotores, constructores, cooperativas de viviendas o colegios profesionales.
"Cuando el independentismo le falle, cuando hasta a ustedes les supere la legislatura, y ocurrirá, no me busque, yo me quedo con la mayoría de los españoles que ustedes consideran de segunda", le dijo el pasado 17 de agosto, durante su debate de investidura. El clip, de apenas 15 segundos, lo rescató y distribuyó el equipo de Comunicación de Génova el pasado 22 de mayo, tras el varapalo del PSOE con la ley contra el proxenetismo. Un día después, el 23, el Ministerio de Vivienda retiró la Ley del Suelo antes de que el Gobierno recibiera otro golpe. Sólo consiguieron postergarlo.
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