A 24 horas de conocerse quién presidirá el PP durante los próximos años, ni Pablo Casado ni Soraya Sáenz de Santamaría parecen estar por la labor de garantizar siquiera que el Grupo Popular del Senado se abstenga -no digamos votar "sí"- al proyecto de ley de objetivo de déficit 2019 que aprueba hoy el Consejo de Ministros, señalan a Vozpópuli distintas fuentes populares.
Aunque alguna de las fuentes consultadas señala "todavía no estamos en eso", enfrascados como andan ambos candidatos en la guerra de las primarias, todos admiten en privado que es "muy difícil" que el principal partido de la oposición vaya a ponérselo fácil al PSOE ni en el objetivo de déficit. Pedro Sánchez no lo hizo recientemente con el de 2018.
Y si la Cámara Alta rechaza el proyecto de objetivo de déficit y su añadido techo de gasto -éste no se vota-, a medio plazo el PP habrá forzado un adelanto electoral; porque romperá la estrategia de Pedro Sánchez de convocar elecciones en junio de 2020, cuando acaba oficialmente la legislatura de cuatro años que inició Mariano Rajoy en junio de 2016.
El Gobierno de Rajoy encargó un informe que avalará el rechazo del Congreso a admitir a trámite el proyecto de Presupuestos 2019 si no hay objetivo de déficit
Una vez devuelto el objetivo de déficit al Consejo de Ministros, si éste intenta remitir al Congreso el Proyecto de ley de Presupuestos generales del Estado 2019, la Mesa de esa Cámara Baja, con mayoría de PP y Ciudadanos, "puede negarse a admitirlo a trámite", dice una de las fuentes consultadas. Hay un informe que pidió el anterior Ejecutivo, ahora está en poder de los populares, avalando esa negativa.
A Sánchez no le quedará más que entablar un largo contencioso ante la Justicia y, acto seguido, prorrogar los presupuestos 2018. Políticamente significará para él olvidarse de su sueño de agotar la legislatura, algo en lo que convergen con su rival en el centro derecha, Ciudadanos.
Obligarían así ambos partidos a los socialistas a prorrogar a 2019 el presupuesto popular de 2018 -el que aprobó el Gobierno Rajoy en junio, justo antes de la moción de censura-; y eso, calcula el PP, abriría una crisis entre el PSOE y su principal socio parlamentario, Podemos.
El Gobierno riojano argumentó este jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que no quiere más déficit y, sobre todo, rechaza la subida de impuestos del PSOE
Este jueves, Pedro Sánchez ya tuvo una primera señal de que los populares no están muy por la labor de facilitarle la tarea, durante la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para aprobar el objetivo de déficit. Todas las autonomías gobernadas por el PP votaron en contra del objetivo de déficit.
El Ejecutivo ha puesto a las autonomías el caramelo de que en 2019 podrán gastar 2.500 millones más por la vía de relajar su particular senda de reducción del déficit, del 0,1 al 0,3% del PIB el año próximo. Pero, por ejemplo, el Gobierno de La Rioja, presidido por José Ignacio Ceniceros, se muestra contrario a esa flexibilización y al aumento de impuestos.
Así lo adelantaba ya este miércoles su consejero de Hacienda, Alfonso Domínguez. El Gobierno de La Rioja, ha dicho, "no quiere más déficit, que es más deuda y menos capacidad para hacer sostenible el Estado del bienestar" de la región y del país. "Nos encontramos en un escenario claro de recuperación económica gracias a la política de reformas económicas de los últimos siete u ocho años y es el momento de mantener la senda de reducir el déficit".