Política

El PP limita sus contactos con Junts al Congreso: "El que tiene que ir a Waterloo es Sánchez"

En la cúpula popular se jactan de haber conseguido los apoyos del partido de Puigdemont para derogar el impuesto a las energéticas "a cambio de nada". 

Durante el balance del año celebrado este lunes en el palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez sacó a relucir el viaje que ha hecho en 2024 el Partido Popular: de atribuir "golpismo" a Carles Puigdemont por el referéndum ilegal del 1-O (él lo calificó como un "delito de rebelión") a "sacar pecho" por votar juntos iniciativas en el Parlamento. Según consideró, el "deshielo" entre ambas formaciones, que tachó de una "hipocresía", se debe al "éxito" de la Ley de Amnistía. No obstante, en el equipo de Alberto Núñez Feijóo matizan que si hay algún acercamiento a la formación independentista se limita al marco del Congreso de los Diputados y con dos únicos fines: legislar desde la opsición y "desestabilizar" la escuálida mayoría que sostiene al Gobierno en las Cortes. Nada más. 

Los contactos entre PP y Junts, aseguran en Génova, no sobrepasan los aledaños de la madrileña Carrera de San Jerónimo. Antaño, para la investidura fallida del líder popular, se celebró un encuentro privado en Barcelona entre un concejal de su formación en el Ayuntamiento de Barcelona y miembros de la cúpula de Junts, y se armó una gran marejada. Tanto dentro como fuera de las aguas populares. Esta vez, no hay intención de explorar una aproximación más allá del Parlamento. Ni siquiera para iniciativas que trasciendan lo económico o fiscal. Como publicó Vozpópuli, el PP ha abierto una línea de comunicación directa con Junts en la Cámara Baja para propinar derrotas al Ejecutivo. 

"No vamos a renunciar a bajar impuestos porque nos apoye una ley un partido u otro. El que tiene firmados acuerdos fuera de España no es el PP", apuntillan fuentes de la dirección popular. "El que tiene que ir a Waterloo a hacerse una foto con Puigdemont es Sánchez". Precisamente, el presidente dio a entender ayer que la reunión con el expresident puede producirse en cualquier momento. "Si se hace la foto, será por sumisión, no por convicción. No será a foto del reencuentro", apostillan en las filas de la oposición, donde contraponen que ellos han logrado llevar hasta su terreno al partido secesionista sin hacer prácticamente ningún esfuerzo. "Ellos que sigan con su cortejo rudimentario, pero nosotros hemos conseguido sus apoyos a cambio de nada". 

En esa línea se manifestó ayer Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP: "Junts es un partido que tiene representación en esta Cámara y en todo lo que coincidamos estoy seguro de que Junts recibirá nuestros votos y nosotros encontraremos los suyos. De lo que se trata es de construir mayorías para mejorar la vida de las personas". 

La entente que se conformó en la Cámara Baja hace poco menos de una semana entre PP, Vox, Junts y PNV para suprimir el impuesto a las energéticas ha levantado ampollas en la izquierda. Ayer, Sánchez se vino arriba con este asunto al reprochar a los populares un giro copernicano que niegan los aludidos. "Hacemos política en España, para España y desde el Congreso, ese es nuestro ámbito", aclaró Tellado. "Hay recelos en el ámbito político a las relaciones de PP y Junts, esos recelos residen en el PSOE, que está tremendamente preocupado de que seamos capaces de llegar a acuerdos que mejoren la vida de los ciudadanos", añadió. Y sobre las palabras del presidente, respondió: "Es un bulo con patas". 

La moción de censura

Sobrevuela constantemente la tesis de una moción de censura de Feijóo contra Sánchez respaldada por Junts. Lo cierto es que los números dan. Pero el presidente popular se resiste a tomar la iniciativa. Y tampoco Puigdemont parece muy dispuesto. Ayer, Sánchez, en modo irónico, dijo: "Si Junts, Vox y el PP quieren plantear una moción de censura, están en su derecho". En la cúpula del PP insisten: "Feijóo se sacudió las presiones cuando se puso a disposición de los socios". Mientras que ellos no muevan un dedo, él tampoco lo hará. Este escenario de la moción, tan manido en la opinión pública, es en realidad el menos probable a día de hoy. "Estamos a la espera de elecciones", remachan las citadas fuentes. Entretanto, el camino pasa por entorpecer a Sánchez la legislatura: "Apuntalaremos su preciariedad parlamentaria". Todo hasta que la asfixia política le lleve a apretar el botón electoral.

En ningún caso, el PP ve posible un encuentro con Puigdemont ni con nadie de su entorno para hablar de la hipotética moción de censura. Al respecto, se pronunció con rotundidad Alejandro Fernández, líder de la formación en Cataluña. "Más allá de que Junts vote con el PP bajar algún impuesto (me parece estupendo) que nadie se lleve a engaño: Puigdemont le exigirá al PP exactamente la misma humillación que a Sánchez. Pero nosotros ni queremos, ni podemos, ni lo haremos jamás. Y jamás es jamás", escribió recientemente en su cuenta de X -antes Twitter-. 

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