El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tendrá que esperar para convertirse en presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. Si es que lo consigue. El Grupo Popular ha decidido promover un aplazamiento de la votación sobre su nombramiento -prevista para este martes- tras el aluvión de críticas desatada por la decisión de postularle. Toda la oposición lo rechazaba, aunque PSOE y Ciudadanos habían anunciado su voto en blanco y no contemplaban apoyar un candidato alternativo. Cosa que sí iban a hacer Unidos Podemos y los soberanistas. Para evitar una disputa y la imagen de soledad en la promoción de Fernández Díaz, los populares han optado por el aplazamiento. Todos los grupos lo han aceptado, aportando cada uno sus matices retóricos. La mesa y portavoces de la Comisión volverán a reunirse en unos día para fijar nueva reunión.
El PP ha asegurado que no retira la candidatura del exministro, sino que esperará a que se recupere el compromiso con el pacto institucional que se firmó al inicio de la legislatura. Dicho acuerdo estableció un reparto ponderado de las presidencias de comisión, en virtud del cual cada partido era libre de designar a quien quisiera para los órganos que le tocara dirigir. Los populares consideran que Fernández Díaz está plenamente capacitado y habilitado para dirigir la Comisión de Exteriores, mientras el resto de grupos opina lo contrario.
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