Política

El PP presiona a Von der Leyen con los precedentes de Hungría y Polonia para frenar el ultimátum de Sánchez

"La Comisión mira hacia España porque la amenaza es real", aseguran miembros del PPE, que recuerdan las sanciones impuestas a Orbán por las injerencias políticas en el Poder Judicial

Ursula von der Leyen y Alberto Núñez Feijóo se saludan en Bruselas el pasado lunes, 17 de junio, durante la cumbre de líderes del PPE. TAREK

La presión del PP sobre Ursula von der Leyen para obstaculizar ciertas decisiones del Gobierno que el principal partido de la oposición considera, cuando menos, actos susceptibles de ser reprochados por la Comisión Europea no resulta fácil. Primero, porque Von der Leyen, pese a pertenecer a un partido hermano como es la CDU alemana, renovará su cargo gracias a una nueva alianza de populares con socialistas y liberales. Segundo, porque Alberto Núñez Feijóo no gobierna y, por tanto, no tiene el asiento en el Consejo Europeo del que sí goza Pedro Sánchez. Tercero, por la indudable jerarquía del presidente del Gobierno en Europa, nombrado por la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, junto al canciller alemán, Olaf Scholz, como negociador en Bruselas para diseñar el reparto del pastel en la próxima legislatura europea.

Es más, la sensación es que Sánchez se ha impuesto a Feijóo en Bruselas pese al 22-20 en el marcador del 9-J. ¿Los argumentos? Dos, al menos: que España, pese a cerrar 2023 con un déficit público del 3'6% –cuando el límite establecido por la UE es de un 3%– no haya sido incluida en el procedimiento de déficit excesivo donde sí están Francia, Italia, Hungría, Malta, Polonia, Eslovaquia y Bélgica; y la renuncia de Von der Leyen a criticar públicamente contra la Ley de Amnistía. Éste último, un extremo que todas las fuentes del PP consultas en Bruselas achacan a la "extremada discreción" de la política alemana.

Hay, además, una tercera postura de la Comisión más proclive a los intereses del líder del PSOE: el interés del Ejecutivo comunitario en que se resuelva de una vez, tras cinco años y medio de bloqueo, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así se lo hizo saber Von der Leyen a Feijóo el pasado lunes, durante la cumbre de los 27 líderes del Partido Popular Europeo (PPE) previa a la cena informal de los primeros ministros de la Unión.

Una voz autorizada del PP en Bruselas insiste en que "es el momento de hacerlo" de "forma rápida". Otra señala los motivos principales del apremio: las elecciones legislativas que celebrará Francia entre el 30 de junio y el 7 de julio –siendo inexorable el avance de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen– y la llegada de Viktor Orbán a la presidencia rotatoria de la UE el 1 de julio. "La intención es evitar que se estén renovando instituciones mientras tanto", argumenta la última fuente citada.

Pero mientras Feijóo deshoja la margarita de si ejecutar o no una decisión de máximo calado político –suya es la última palabra a estas alturas de la negociación–, Sánchez mantiene su ultimátum para cambiar sin consenso la ley. Algo que, en caso de materializarse, a ojos de la delegación española del PPE, "haría saltar todas las alarmas" porque "sería como el caso de Hungría". "Se estudiaría a fondo, y se aplicaría el mismo rasero que el aplicado con Hungría y Polonia", insisten sobre algo que habrían "reiterado" en privado a miembros de la Comisión. "Una reforma en la línea que pretende Sánchez no sólo no acepta las recomendaciones dadas por Bruselas, sino que agrava el problema, porque va en la dirección opuesta", argumentan.

"Pons lo ha explicado todo"

Los dirigentes españoles del PPE también recuerdan las quejas públicas de Orbán por las sanciones impuestas por Bruselas tras socavar, previa reforma unilateral, precisamente, la independencia judicial y el Estado de derecho en su país, y el agravio comparativo que el presidente húngaro considera que sufre frente a España por el bloqueo político en el CGPJ. "Aunque no se diga, la Comisión mira ahora hacia España porque la preocupación y la amenaza es real", aseguran.

La deriva contra la separación de poderes emprendida por Orbán provocó la congelación de los fondos europeos. El presidente húngaro y su Make Europe Great Again, el lema trumpista adaptado a la presidencia rotatoria, ganarán mucho protagonismo en los próximos seis meses. "La Unión Europea es nuestro gran paraguas, el único paraguas que tenemos, para evitar una deriva totalitaria", muestran su preocupación los españoles del PPE.

"Esteban [González Pons] ya lo ha explicado todo. Ellos saben todo lo que Sánchez ha hecho porque les hemos aportado continuamente documentación con todo lo que sale en prensa, con las quejas de jueces y fiscales o asociaciones", aseguran las fuentes consultadas.

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