Mariano Rajoy pudo haberse equivocado al no forzar terceras elecciones dando la oportunidad al PP de rozar la mayoría absoluta. Esta es la conclusión a la que han llegado bastantes parlamentarios del Grupo Popular después de asistir atónitos a los dos mazazos que acaba de sufrir el Gobierno en lo que puede considerarse el arranque de la legislatura. El martes, toda la oposición se sumó a la votación que ha dejado en suspenso la aplicación de la reforma educativa. Ayer miércoles, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz veía frustrado su nombramiento como presidente de la Comisión de Exteriores en medio de una enorme polvareda política que ha salpicado a su partido y que le ha acabado situando al frente de la Comisión de Peticiones, la más improductiva de todas las que funcionan en la Cámara Baja.
El PP se siente traicionado por el PSOE al oponerse a colocar al exministro de Interior en la comisión de Exteriores
En las filas del Grupo Popular se detectaba ayer un gran enfado con el PSOE porque hasta el martes no había puesto objeción alguna a colocar a Fernández Díaz en este puesto institucional dentro del reparto de comisiones que había pactado con el PP. Fue la virulenta reacción de Podemos la que movió a los socialistas a cambiar de posición a última hora, algo que en el Grupo Popular se considera una traición que sienta un precedente peligroso para el resto de una legislatura que puede verse abocada a un continuo bloqueo.
“Aunque llegáramos a tener bien atadas con los socialistas y con Ciudadanos las prioridades de la legislatura, es obvio que no podemos estar sometidos desde el principio a un desgaste tan brutal que mine nuestra credibilidad y convierta cada votación en una especie de lotería. El presidente ha dejado claro que tan malo es no tener Gobierno como no dejar gobernar”, señalan fuentes del PP, convencidas de que tarde o temprano el PSOE tendrá que respetar unas mínimas reglas de juego a o ser que quiera convertirse en el principal compañero de viaje de Podemos y arriesgarse con ello a la convocatoria de terceras elecciones.
En el Grupo Parlamentario Socialista se admite que no hay todavía una orientación clara sobre la forma de ejercer la oposición, teniendo en cuenta que de la gestora que dirige provisionalmente el PSOE no sale una única voz y que un grupo amplio de diputados no se identifica con las represalias que han empezado a sufrir los 15 parlamentarios que no asumieron la abstención en la investidura de Rajoy. A ello se le suma el descrédito del portavoz del Grupo, Antonio Hernando, admitido públicamente por él mismo, después de haber sido uno de los más firmes portavoces del ‘no es no’ a Rajoy para, más tarde, encajar como algo natural haberle facilitado su continuidad en La Moncloa.
El Grupo Parlamentario Socialista sigue sin una orientación clara sobre la forma de ejercer la oposición
Las sanciones a los 15 diputados se formalizarán esta misma tarde durante la reunión que la gestora socialista tiene previsto celebrar después de la apertura por Felipe VI de la XII legislatura. Más que a la multa de 600 euros, los parlamentarios que no respetaron la disciplina de voto lo que temen es verse en la tesitura de repetir su hazaña en el caso de que, por ejemplo, la dirección del grupo vuelva a ponerles contra la espada y la pared cuando llegue la hora de aprobar los Presupuestos estatales del año que viene.
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