El Rey estará fuera de España en el momento en el que el Congreso apruebe la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, que tendrá lugar el próximo sábado. La decisión de la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, pactada supuestamente con las dos principales fuerzas parlamentarias, ha producido un cierto desagrado en Zarzuela. Pastor señaló este miércoles en Onda Cero que no ha habido presión alguna desde Casa Real a los efectos de fijar las fechas.
Contrariedad, pese a todo, sí ha habido en el entorno del Monarca, pese a estas forzadas afirmaciones de Pastor. No es preceptivo que el Rey esté presente ni en la Cámara ni en España cuando se produzca la votación definitiva. No obstante, desde la Casa Real se había hecho saber a los principales dirigentes políticos que el Jefe del Estado tenía interés en que la última y definitiva jornada de la sesión de investidura se celebrara el domingo 30, cuando ya se encuentre de vuelta de su viaje a Cartagena de Indias donde asistirá a la Cumbre Iberoamericana.
Urgencia y excepcionalidad
PP y PSOE no han atendido esta sugerencia de Palacio y han optado por cerrar todo el proceso de investidura el sábado 29. “Pretendía evitarse la sensación de urgencia y excepcionalidad que transmitía una sesión en día festivo, es decir, en domingo”, comentan fuentes parlamentarias. Se cita como precedente, quizás no muy afortunado, la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, que debería haberse celebrado, en segunda votación, el 22 de febrero de 1981 pero, al ser domingo, se trasladó al lunes 23 de febrero, una fecha que pasó a la historia reciente de nuestro país por las circunstancias harto conocidas.
“Llevamos un año con un Gobierno en funciones, nada habría pasado porque la votación crucial de la investidura se aplazara tan sólo 24 horas"
Zarzuela planeaba un calendario algo diferente al que finalmente ha anunciado la titular de la Cámara Baja. El pleno comenzaría el jueves por la mañana para procederse a la primera votación, previsiblemente fallida, el viernes al mediodía. Rajoy no lograría superar el listón de la mayoría absoluta necesario en ese intento. Cuarenta y ocho horas después, tal y como señala la Carta Magna, se celebraría la votación definitiva, con la elección del candidato del PP, por mayoría simple, previa la abstención, ya anunciada del PSOE.
El Rey había anunciado su voluntad de asistir a la reunión iberoamericana de Cartagena de Indias, una iniciativa diplomática impulsada desde el primer momento por nuestro país, ya que se trata de una idea puesta en marcha por el Rey Don Juan Carlos. El calendario permitía las fechas sugeridas desde Zarzuela ya que el límite legal para la designación del nuevo presidente concluye el lunes 31. La idea era votar el domingo 30, con el Rey ya de vuelta en Madrid, y al día siguiente se publicaría la designación del jefe del Ejecutivo en el BOE y se procedería a la jura del cargo en Zarzuela.
A continuación Rajoy procedería a anunciar la composición de su nuevo Gobierno, que asumirían sus puestos posiblemente el día 3 de noviembre ya que el día 1 de la Festividad de Todos los Santos y el 2 es el Día de los Difuntos. El viernes 4 tendría lugar la primera reunión del Consejo de ministros.
“Pretendía evitarse la sensación de urgencia y excepcionalidad que transmitía una sesión en día festivo”, comentan fuentes parlamentarias
No se han atendido los deseos de Zarzuela, quizás para evitar que se celebre una jornada parlamentaria tan señalada en un domingo. De este modo se asistirá a una situación que en principio se pretendía evitar: el Rey se encontrará fuera de España durante la sesión de Investidura. En Zarzuela se ha quitado importancia a este asunto, aunque fuentes conocedoras del sentir del Monarca comentaban este martes su contrariedad por el desenlace de esta apretada semana del desbloqueo institucional.
"Estrictamente simbólico"
“Llevamos más de un año con un Gobierno en funciones, nada habría pasado porque la votación crucial de la investidura se aplazara tan sólo 24 horas. No es una cuestión que tenga que ver con la legalidad, sino que se trata de un aspecto estrictamente simbólico”. Las responsabilidades de esta decisión se reparten entre populares y socialistas, incapaces de gestionar el calendario de acuerdo con la voluntad de la Casa Real. “Si se puede cerrar este proceloso episodio el sábado, no es necesario aguardar al domingo”, comentaba una fuente parlamentaria del PP.
El Rey, de esta forma, se encontrará en vuelo de retorno desde Colombia en el momento mismo en el que Rajoy sea designado presidente. El Monarca aterrizará en torno a las doce del mediodía del domingo. Será informado por la presidenta de las Cortes del resultado de la sesión y se procederá a continuación a convocar al presidente electo para la toma de posesión ese mismo domingo en Zarzuela.
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