El Partido Popular va a por todas para atajar la jugada 'tramposa' de Pedro Sánchez para evitar que el Senado tumbe sus Presupuestos. Pablo Casado cuenta con que Ciudadanos se sume a esta ofensiva, que tendrá en la Mesa de la Cámara uno de los momentos clave de la 'batalla'.
Los diputados del PP que han contactado con sus homólogos del partido naranja han advertido una cierta frialdad ante la posibilidad de llevar a cabo un trabajo conjunto. "Quizás sea tan sólo una apreciación, no dudamos de las intenciones de Albert Rivera en este asunto", señalan fuentes populares. Casado calificó de 'salvajada antidemocrática' la iniciativa socialista. Rivera la tildó de "triquiñuela". En su comparecencia del miércoles en el Congreso, el líder de Cs exhortó al Gobierno a que "si le queda un poquito de dignidad, retire la enmienda". También ha presentado un escrito en la Mesa de la Comisión de Justicia, donde se tratará en primer instancia esta propuesta socialista, para que se inadmitida la polémica enmienda.
Hasta ahí, todo normal para el PP. El problema estriba en la segunda parte de lo que plantea Ciudadanos. Si Sánchez retira su enmienda tramposa, el panorama será bien distinto. "La Ley de Estabilidad Presupuestaria se puede modificar, pero por el procedimiento ordinario", defendió Rivera, quien deslizó que, en ese caso, su partido estaría dispuesto a debatirlo.
Desconfianza y recelo
En Génova se atiende con habitual recelo cuanto viene de la formación naranja, rival directo en un amplio sector del electorado. "Rivera puso en circulación en el Congreso la tesis espúrea de Sánchez y también ha consumado con éxito su inane moción de los aforamientos. Ya tiene sus victorias. En los presupuestos, quizás no le interese que se le vea demasiado cerda de nosotros", señala una fuente parlamentaria del PP.
La indignación por el 'atajo' elegido por el presidente del Gobierno para esquivar la mayoría de los populares en el Senado, ha despertado similar irritación en las dos fuerzas del centro derecha. Otra cuestión es cómo van a reaccionar una y otra. El PP va a por todas. Ciudadanos, "no sabemos", señala la mencionada fuente que confían en que, finalmente, Rivera no afloje en el empeño de frenar 'los excesos de Sánchez'.
La próxima primavera hay triple cita electoral. PP y Cs se vigilan con el rabillo del ojo. En Andalucía se echarán posiblemente el primer pulso. Los pulsos y debates en el Congreso tienen repercusión mediática nacional, de ahí esta desconfianza mutua y esa suspicacia permanente. "Este asunto es tan grave que Rivera se tiene que comportar. No lo dudamos pero no nos ha despejado aún todas las sospechas".
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