El PP se refuerza para resistir el ataque de Abascal en su triángulo más fuerte pero también más vulnerable, Andalucía, Madrid y Valencia. El triángulo de hierro le dicen en Vox. Casado tiene previsto recorrer Sevilla, Málaga, Valencia y Madrid en este tramo final de la campaña, en la que todavía queda mucho por decidir.
Vox es muy fuerte en Andalucía, donde consiguió contra todo pronóstico doce escaños en las autonómicas del 2-D. También lo es en el Levante y Madrid, en tanto que no tiene apenas posibilidades en regiones del norte, como País Vasco, Galicia, Asturias, donde los sondeos les anuncian apenas algún escaño aislado.
Los estrategas del PP van a centrar el tramo final de la campaña en esas zonas en disputa directa con el partido de Abascal. Los datos internos de Génova apuntan a que Vox ha frenado su inicial impulso, su crecimiento ahora es mínimo o inexistente, en tanto que el PP empieza a recuperar fuelle en sus tradicionales plazas, donde perdió cientos de miles de votos en anteriores convocatorias: Castilla y León, Rioja, Galicia, ofrecen un panorama muy alentador.
La batalla de Madrid
Los populares se concentrarán en sus zonas de exposición al embate de Vox. Madrid concentra gran parte de la atención del PP, en especial por las predicciones de una irrupción muy potente del partido de Abascal. Casado librará una potente ofensiva para recuperar el Ayuntamiento de la capital y mantener el Gobierno de la Comunidad. La elaboración de las listas madrileñas ha producido cimbromazos internos, con enormes sorpresas como la salida de Pedro Corral o Perceval Manglano de las candidaturas al Ayuntamiento.
Vox ha echado el resto en esta plaza, con la designación de Javier Ortega Smith y Rocío Monasterio como cabezas de cartel al Consistorio y la Asamblea, respectivamente. Son los número dos y tres del partido, los nombres mas mediáticos y los que tienen un mayor tirón electoral. Una circunstancia que preocupa a los populares, pese a que consideran que se mantendrán como la fuerza más votada en las autonómicas y municipales de Madrid.
Casado quiere mantener la ventaja que logró el PP en Andalucía en las últimas generales, con tres escaños por encima de los socialistas. La buena acogida al gobierno PP-Cs en la Comunidad, la excelente imagen de Juanma Moreno y el espectáculo que se está escurriendo al levantar las alfombras de la Junta de Andalucía actúa en favor del PP. El voto andaluz ya no es necesariamente socialista, dicen los populares. Además, Sanchez produce cierto rechazo en la zona por su guerra frontal con Susana Díaz, el gran ‘juguete roto’ de Ferraz.
Casado tiene previsto recorrer Sevilla, Málaga, Valencia y Madrid en este tramo final de la campaña, en la que todavía queda mucho por decidir
Vox irrumpe el el Levante con enorme fuerza. Tiene muchas posibilidades de arranchar un resultado poderoso en Alicante, Murcia, Almería. Hasta la llegada de Cayetana Álvarez de Toledo se le aventuraban buenos datos en Barcelona. Ahora el panorama parece que cambia en el tablero catalán. También el PP redobla sus esfuerzos en Murcia y en la Comunidad Valenciana, aunque Isabel Bonig no consigue rehacer un PP malherido y casi agonizante después del largo rosario de escándalos vividos en la etapa anterior.
Casado quiere recuperar la Comunidad y el Ayuntamiento valencianos y se centrará en ello en cuanto se haya consumado el tránsito de las generales. pero eso ya es otra historia.
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