Las declaraciones de la ministra alemana de Justicia, la socialdemócrata Katarina Barley, que considera "absolutamente correcta" la decisión del tribunal de Schleswig-Holstein de denegar la entrega a España de Carles Puigdemont han encendido las luces de alarma en La Moncloa; no tanto por el contenido de las mismas sino porque puedan suponer el inicio de una inconveniente "politización" del caso, admiten a Vozpópuli fuentes gubernamentales.
El procedimiento se resuelve "entre jueces, no entre gobiernos", recuerdan estas fuentes, las cuales esperan que la línea política de la canciller, Ángela Merkel, no sea la de su ministra de Justicia sino la de la neutralidad mostrada hasta ahora por el gobierno germano, cuya Fiscalía se limitó a asumir los postulados del magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de considerar que la acusación del delito de rebelión contra el expresidente catalán tiene fundamento.
Desde el Ejectivo, solo el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, se ha pronunciado para calificar de "desafortunadas" las declaraciones de Barley, pero el malestar es grande porque da a entender que la Justicia española no es homologable a la alemana y a la del resto de Europa. Se crearía con ello un clima contrario a la entrega de Puigdemont aun cuando sea el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas el que finalmente vaya a tener que pronunciarse sobre el contencioso entre Llarena y los jueces de Schlewig-Holstein.
Que Barley diga que "no será fácil" para los jueces españoles demostrar la malversación de fondos por parte de Puigdemont revela, según algunas fuentes, que en buena parte de la opinión pública alemana no se entiende el conjunto del proceso.
Por eso, el jefe del Ejecutivo ha explicado que el Gobierno ha asumido su responsabilidad de poner en marcha el artículo 155 de la Constitución para restablecer la legalidad en Cataluña y, a partir de ahora, es necesario que se forme un Govern que necesita de un candidato viable y que cumpla la ley. "Lo demás son decisiones judiciales y siempre he dicho y reitero ahora que las decisiones judiciales se cumplen y se acatan porque ese el Estado de Derecho y el imperio de la ley".
Rajoy asegura que no ha hablado con Merkel porque "los asuntos judiciales van por su lado" y el Gobierno quiere huir de cualquier debate que pueda perjudicar la entrega final de Puigdemont a España
Y se cumplen, ha agregado, tanto las decisiones de los tribunales españoles como las que adopten los de otros países. Mariano Rajoy ha señalado que ahora hay una situación judicial en Alemania sobre la que ha recordado que tanto el Tribunal Supremo como la fiscalía española han dicho que están estudiando la posibilidad de recurrir ante el Tribunal de las Comunidades Europeas.
"Pero el Gobierno no debe entrar en esos temas y debe preocuparse de cumplir con su responsabilidad, y lo ha hecho aplicando el artículo 155, haciendo que la ley se cumpla, y ahora lo que necesitamos es que haya otro gobierno en Cataluña. Y los temas judiciales -ha apostillado- van por su lado".
Rajoy ha asegurado que no ha hablado con Merkel en relación con este asunto ni tiene pensando hacerlo porque se trata de una cuestión que es competencia de los tribunales. DE ninguna manera quiere La Moncloa "contaminar" el debate judicial con consideraciones políticas como las que ha hecho la ministra de Justicia alemana
"Hay separación de poderes y los gobiernos no intervienen para nada en este asunto. El tema es absolutamente judicial", insiste el presidente del Gobierno.
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