El pleno del Parlamento Europeo votará este martes si aprueba a la actual ministra de Defensa alemana, la conservadora Ursula von der Leyen, como relevo de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea; un nombramiento pactado por los líderes de la UE pero que la Eurocámara, que tiene la última palabra, recibió con malestar porque no siguió el sistema de elección que pedían los eurodiputados.
Von der Leyen necesita sumar el apoyo de una mayoría absoluta de eurodiputados, esto es al menos 374 votos del total de 747 posibles -todos salvo los de Carles Puigdemont, Toni Comín, Oriol Junqueras y un eurodiputado danés-, en una votación secreta y en urna que tendrá lugar a las 18.00 horas en Estrasburgo (Francia). El resultado del recuento se conocerá unas dos horas después.
El rechazo de los eurodiputados a la candidata de las capitales abriría una importante crisis en la Unión Europea en tanto en cuanto haría caer el equilibrio pactado por los Veintiocho en el reparto de altos cargos negociados. El Consejo tendría a partir de ese momento un mes para presentar a un candidato alternativo a Von der Leyen.
La aspirante a dirigir la Comisión deberá someterse primero a un debate con los eurodiputados en una sesión que ha arrancado a las 9.00 horas y que está previsto que se alargue hasta pasado el mediodía, ya que incluirá intervenciones de eurodiputados y hasta dos réplicas de la candidata, además de su discurso inicial.
Los grupos en la Eurocámara tendrán después varias horas para discutir las últimas propuestas de Von der Leyen y decidir el sentido de su voto, antes de las 18.00 horas. La aspirante ha dicho ya que pase lo que pase el miércoles renunciará a la cartera de Defensa en el Gobierno alemán, porque quiere "servir a Europa con todas las fuerzas".
Solo el PP Europeo ha expresado su apoyo
Hasta ahora, solo el Partido Popular Europeo, familia política de Von der Leyen, ha expresado claramente su apoyo a la candidata, mientras que los Verdes y la Izquierda Unitaria han dicho ya que votarán en contra.
Los Conservadores y Reformistas en donde se integran los ultraconservadores polacos del PiS y Vox no han anunciado su decisión final, pero se han mostrado abiertos. La ultraderecha de Identidad y Democracia, único grupo con el que no se ha reunido la candidata, mantiene la incógnita, aunque Von der Leyen podría encontrar en esta fuerza algunos de los apoyos que le faltarán en socios tradicionales.
En principio, el reparto decidido por los líderes que coloca a Von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario debería contar con el apoyo de las principales familias políticas, con socialistas y liberales además de 'populares'. Sin embargo, la familia socialdemócrata se ha mostrado dividida, con delegaciones como la alemana que ya han anunciado su 'no' a Von der Leyen y otras, como la austríaca o la belga, con reservas.
Para convencer a liberales y socialistas, que han mostrado más dudas sobre el programa de gobierno de la alemana, Von der Leyen ha escrito sendas cartas a estos grupos políticos adelantándoles algunos de sus proyectos, declarando su compromiso con el Estado de Derecho y la lucha contra el cambio climático.
Un Ejecutivo paritario
También ha asegurado que formará un Ejecutivo paritario con un 50% de mujeres en el Colegio de Comisarios, para lo que exigirá a cada Estado miembro que proponga una doble candidatura formada por un hombre y una mujer para que ella pueda elegir el perfil más adecuado y formar su equipo paritario.
Sin embargo, varios países escaparán de esa exigencia porque ya han confirmado a sus candidatos, es el caso de España, a quien se ha reservado el puesto de Alto Representante de Política Exterior de la UE, que ocupará Josep Borrell; de Dinamarca, que se asegura con Margrethe Vestager una vicepresidencia, al igual que Países Bajos con Frans Timmermans.
Si Von der Leyen logra el visto bueno de la Eurocámara este martes, aún tendrá por delante semanas de trabajo y negociación para diseñar un Ejecutivo comunitario en el que tendrá que asignar una cartera a cada uno de los estados miembro.
Los comisarios tendrán que pasar su propia evaluación parlamentaria en septiembre, con audiencias ante las comisiones sectoriales que les corresponda incluidas. El pleno de la Eurocámara podrá después aprobar o rechazar la Comisión al completo, pero no podrá vetar a un único candidato a comisario.
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