Iba a ser el fenómeno televisivo del momento, pero, de acuerdo con la situación actual que envuelve a su protagonista, no hay duda de que ese momento ha quedado desfasado de forma inexorable. La docuserie 'La Moncloa-Las cuatro estaciones', dirigida en cuatro capítulos por Curro Sánchez Varela y producida por Secuoya-Pool, sigue acumulando polvo desde que se dio por concluida en el mes de marzo de 2023 y, lo que es peor, progresivas dosis de incertidumbre en torno a si alguna vez dejará de estar 'pendiente de estreno', como anuncia desde hace meses la productora en el contenido promocional que le dedica en su página corporativa en Internet.
Una reciente respuesta del Gobierno, a través de su Secretaría de Estado de Comunicación (SEC), a requerimiento del PP -en concreto, del senador de esta formación Agustín Almodóbar Barceló-, apunta a que aquel producto que, con la exhibición de su tráiler en otoño de 2022, generó enormes expectativas entre los asesores de Moncloa para apuntalar la imagen de su principal inquilino, incluso para la mejora del "poder de atracción de España" (sic), parece que seguirá durmiendo el sueño de los justos. Puede que también el eterno.
En su respuesta, la SEC no alude con explicitud a la opción de un 'plan B' para actualizar el contenido de una trama hoy completamente desfasada, cuando las investigaciones judiciales de que son objeto la esposa y el hermano de Sánchez, sumadas a la creciente dificultad de este de mantener viva la legislatura vacía de gestión, componen un retrato del presidente muy diferente de aquel gobernante que los creadores de la serie pretendían acercar a los espectadores mediante la difusión de los "aspectos más personales, cotidianos, humanos y desconocidos del centro de poder de España y de su principal morador en estos momentos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez".
Vista como un revulsivo
Pese a la calculada respuesta del Gobierno, que se ciñe al contrato firmado con la productora para precisar que "no se ha establecido ninguna adenda de modificación" respecto al convenio firmado con Secuoya y Pool en el mes de septiembre de 2022, el desgaste sobre la figura de Sánchez provocado por los últimos episodios que lo rodean, ha reactivado las gestiones dirigidas a encontrar a alguna cadena dispuesta a emitir un contenido que, por muy obsoleto y chirriante que pueda resultar, parte del entorno presidencial ve como una especie de revulsivo para la maltrecha estampa actual del jefe del Ejecutivo.
En este sentido, la propia respuesta del Gobierno deja la puerta abierta a volver sobre el contenido de la serie cuando recuerda que el convenio, de cuatro años, "continúa vigente" hasta "la finalización de todas las actividades programadas", lo que equivale a decir que todavía hay margen legal, hasta 2026, para dar salida al producto.
El interés no confirmado de Mediaset
El problema es que todo apunta a que, sobre todo ahora, ninguna cadena parece dispuesta a proyectarla. La excusa inicial esgrimida por los gigantes televisivos sobre que el amplio ciclo electoral que acaba de concluir -si es que no se produce una repetición de las elecciones catalanas y un adelanto de las generales- suponía un inconveniente insalvable para su emisión, ya no sirve. Ahora, salvo la alusión a un cierto interés de Mediaset para hacerse con la docuserie que curiosamente adquirió notoriedad pública en los días de 'reflexión' tomados por Sánchez para decidir si dimitía o continuaba como presidente, el trabajo de Curro Sánchez Varela, que siempre ha defendido el día a día en la Moncloa y de sus empleados como lo realmente sustancial de esta trama desarrollada en cuatro capítulos, continúa siendo la 'serie maldita' del audiovisual español.
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