El pasado jueves 11 de julio, las relaciones entre el Partido Popular y Vox saltaron por los aires. El partido presidido por Santiago Abascal rompió, de forma simultánea, los gobiernos autonómicos de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón y Extremadura, amén del apoyo parlamentario en Baleares, escenificando con ello la mayor crisis política de la derecha española en los últimos años.
Finalmente, y tras días de enorme tensión, Vox hizo real la voladura con el Partido Popular por el reparto de los menores no acompañados (menas) en las Comunidades Autónomas donde sus escaños valen su peso en oro. La decisión, tal y como contó este periódico, se fraguó en la cúpula de la formación tras conocer el posicionamiento del PP, quien aceptó acoger a los 400 menas que el Gobierno de Pedro Sánchez les había derivado a dedo.
Una resolución, la anunciada por Abascal tras el Comité Ejecutivo Nacional, que desde el núcleo duro de Vox esperan que se acepte en cada autonomía sin ambages. En palabras de Abascal, Vox "ha cedido demasiado", y ante lo que consideran "un pacto de Feijóo con el autócrata", el dictamen de romper en estas regiones es ya una realidad irreversible.
La fidelidad ha sido inquebrantable en términos autonómicos, pues en las regiones citadas ya gobierna en minoría el Partido Popular, al mismo tiempo que los consejeros y altos cargos de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón y Extremadura han dado un paso al lado.
Sin embargo, la opción de que este movimiento abra grietas internas está encima de la mesa, pues obligar a dejar un cargo de este tamaño puede generar cierta desafección con el partido. Pese a la contundencia de lo acometido, el órdago parece haberse quedado a medias.
Vox confirmó que los Ayuntamientos de toda España donde gobiernan a medias con el Partido Popular quedan fuera de esta ruptura, algo que no termina de tener demasiado sentido. Si bien el reparto de menores no acompañados se va a hacer a las Comunidades Autónomas y no a los consistorios, es el mismo partido, el PP, el que desde Génova ha dado luz verde a su llegada, tanto a nivel nacional como municipal.
Además, hemos conocido que el partido de Abascal no ha renunciado a todas las esferas de poder a nivel autonómico. En los parlamentos de la Comunidad Valenciana e Islas Baleares, donde Vox ocupa la presidencia de la Cámara, sus respectivos presidentes no han presentado la dimisión, hecho que contrasta enormemente con la celeridad con la que rompieron los diferentes gobiernos.
Llanos Massó y Gabriel Le Senne, presidentes, respectivamente, de los parlamentos de Valencia e Islas Baleares, han descartado abandonar su posición. Massó salió al paso de los rumores afirmando que descarta por completo abandonar la Presidencia del parlamento valenciano tras la ruptura del gobierno autonómico compartido con el PP, al tiempo que ha asegurado que Vox no se ha planteado la posibilidad de que los populares le retiren su apoyo o fuercen su salida de la Mesa de la cámara.
"Yo voy a seguir como presidenta de Las Cortes. Entre otras cosas, porque los mismos votos que permitieron que yo fuera presidenta son los mismos que han permitido que Carlos Mazón sea presidente de la Generalitat", aseveró antes de dar comienzo el último pleno de la Comunidad Valenciana del presente periodo de sesiones.
En esta misma línea, Le Senne, aunque a él sí le ha pedido la presidenta de Baleares que dimita, cosa que Mazón no ha solicitado en Valencia, indicó hace unos días que no tiene "previsto" dimitir de su cargo en la Cámara. Así lo afirmó a TVE en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, poco después de que la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, diera por hecho en su comparecencia en el Consolat que el diputado de Vox no continuaría como presidente parlamentario.
Un hecho que desde la formación no consideran como un desafío a Santiago Abascal, más bien lo contrario. Ellos diferencian el poder legislativo del ejecutivo, además de que su llegada a estas cámaras son parte de los acuerdos alcanzados con el Partido Popular, los mismos que "han hecho presidente a Mañueco en CyL".
Críticas en Vox hacia el PP
Ayer mismo, el portavoz del partido, José Antonio Fúster, denunció que el PP "alienta" a cargos autonómicos de su formación "al transfuguismo", después de la ruptura de los gobiernos regionales, y ha advertido de que ese no es el camino.
En rueda de prensa desde la sede nacional de Vox, Fúster afirmó que la dirección de su partido ve "movimientos muy raros" en el PP, consistentes en "tentar, llamar, persuadir" a cargos de Vox para que abandonen el partido a raíz de la ruptura de los ejecutivos autonómicos por el visto bueno del PP al reparto de menores migrantes no acompañados.