Misión cumplida. La dirección de Podemos invitó el pasado septiembre a sus delegaciones territoriales con cuestiones organizativas y estratégicas por dirimir a que celebrarán primarias en noviembre y resolvieran así sus diferencias. Toda una maniobra, según la interpretaron que hicieron entonces los críticos de la formación, que ha terminado dando sus frutos. Los resultados de las primarias a las direcciones regionales de Podemos en Madrid, Andalucía y Extremadura y de la votación sobre rumbo político en Aragón han sido los más favorables al secretario general, Pablo Iglesias, y su círculo de poder, en detrimento de los errejonistas.
De este modo, el líder morado ha conseguido desbaratar a los moderados y enterrar cualquier proceso de refundación por parte de los afines al secretario Político y número dos del partido, Íñigo Errejón, que abogaban por un Podemos más aperturista, trasversal y dialogante. Estos resultados, respaldados con una participación de las bases mayor que la habitual, permiten a los pablistas construir una autopista hacia la próxima Asamblea Estatal, la segunda tras la de Vistalegre celebrada de 2014. Iglesias y su núcleo duro han ganado la cita crucial en Madrid, la partida determinante, la madre de todas las batallas y tienen ya en el bolsillo más de medio Congreso, que se celebrará a principios de 2017.
Además, y a diferencia de lo que ocurrió hace dos años, el líder de Podemos tiene esta vez de su parte a los que fueron sus rivales entonces: los anticapitalistas y Pablo Echenique, nombrado por él mismo secretario de Organización el pasado marzo tras el cese fulminante del errejonista Sergio Pascual, episodio que elevó la tensión interna en las filas moradas en plenas negociaciones con el PSOE para la formación de gobierno.
El citado cónclave servirá a Iglesias para certificar la estrategia de futuro por la que viene apostado desde poco antes del derrocamiento de Pedro Sánchez como líder socialista. Un plan que consiste en una radicalización del discurso, en recobrar el mensaje irreverente de los inicios y en una mayor movilización social, prioritaria a toda actividad en los parlamentos y en los ayuntamientos. “Una pata en las instituciones pero la cabeza, los brazos y la otra pierna en la calle”, declaró Iglesias hace algunas semanas, reclamando a las bases de Podemos la necesidad de “cavar trincheras en la sociedad civil”.
Estos resultados, respaldados con una mayor participación, permiten a los 'pablistas' construir una autopista hacia la próxima Asamblea Estatal
Este trazado de un Podemos intrínsecamente populista, despojado de atavíos socialdemócratas que quiso vestir en el pasado reciente, frente a un Podemos amable y abierto a “los que faltan” también se sometía a examen en esta primarias. Cada visión de partido tenía una candidatura detrás. Y las urnas electrónicas han hablado. El errejonismo ha salido perdedor en Madrid pese a jugar la baza de Rita Maestre (el senador Ramón Espina no acusó la polémica por la venta de su piso protegido); en Andalucía, donde la triunfadora ha vuelto a ser la anticapitalista Teresa Rodríguez, bendecida por el pablista Manolo Monereo; en Extremadura, con el oficialista Álvaro Jaén; y en Aragón, donde el documento político ganador ha sido el defendido por Pablo Echenique, secretario de Organización estatal. El ajuste de cuentas no se ha hecho esperar y Espinar pidió ayer la cabeza de José Manuel López, hombre fuerte de la candidatura de Maestre, como portavoz en la Asamblea de Madrid.
El texto resultante de las primarias en Podemos Aragón ya anticipa ese modelo de oposición dura, beligerante, de cuerpo a cuerpo, por el que aboga Iglesias. Tanto en Aragón como en Extremadura, con las victorias oficialistas de ayer, la dirección morada aísla definitivamente al PSOE después de haberle prestado un apoyo parlamentario esencial. Así, los pablistas, con la colaboración de Echenique, se toman venganza de la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy (PP) y dejan el futuro de los Gobiernos socialistas de Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara, respectivamente, en manos del PP. Con el riesgo de posibles elecciones anticipadas.
"Ruptura con normas"
En el caso de Aragón, en cuyas primarias han votado 2.525 inscritos, incluso estaba sobre la mesa la posibilidad de acordar la entrada en el Ejecutivo de Lambán, que les ha tendido la mano en más de una ocasión. Sin embargo, las tesis que se han impuestos son justo las contrarias, las redactadas por el aparato en el documento Lurte (“avalancha”, en aragonés). Este texto, respaldado por 1.450 afiliados en la región (57% de los electores), culpa a Lambán de jugar un “papel fundamental” en la abstención de los socialistas y destaca que "se hace más necesario que nunca inscribir en nuestra práctica política algo que enunció el 15M, que el PP y el PSOE no son aliados de las transformaciones que necesitamos”.
Así, el informe reclama que Podemos sea vinculado a “la revitalización de los movimientos sociales y de iniciativas vecinales y al empoderamiento popular, única garantía para que cualquier avance en el terreno electoral y en las instituciones vaya acompañado de conquistas y procesos de transformación de la sociedad”. En definitiva, resume el documento, “una ruptura con normas, instituciones y formas de hacer caducas, que la sociedad ha reprobado y que se han demostrado poco útiles o nocivas”.
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